martes, 6 de diciembre de 2011

Éramos pocos y parió El Senado

Por si la cuestión económica no estuviera lo suficientemente maltrecha, por si fuera poco con que mes a mes sube la cifra de parados, por si las previsiones futuras no auguraran nada más que estrecheces aún más agobiantes, por si todo eso, ayer nos enteramos sin mover una ceja que en el Senado se han adquirido 34 cuadros por valor de 417 mil euros, que sale cada retratito por algo más de 12 mil eurillos del ala.
Todo esto estando aún sentado en el banquillo un tal Roca, que adornaba su retrete con un cuadro de Miró, cuestión que nos alarma y nos pone de mala lecha, más por el mal gusto del susodicho, que por el alarde de ostentación.
Bueno, pues esto es el Senado, que solo sale en “los papeles” cuando abre sus puertas a los ciudadanos para que se maravillen con el habitáculo-espectáculo donde senadores y senadoras (266 en total) desarrollan su “ardua” labor cotidiana, a razón de 55 millones de euros de presupuesto anual, o bien porque lo han “redecorado” con unas excelsas maravillas del arte pictórico.
Yo llevo preguntando (y no obtengo respuesta lógica que sustente su existencia) que para qué sirve el Senado, que cuales son las labores de estos 266 señores y señoras que no puedan ser asumidas por los verdaderos legisladores y representantes de la voluntad popular, como son los Diputados.
Asumiendo una postura filosófica, aludo a la “ironía socrática”, método por el cual Sócrates asumía una postura de ignorancia e interrogaba a las personas para luego poner en evidencia la incongruencia de sus afirmaciones, cuestión que queda expresada en su célebre frase “solo sé que no sé nada”.
Pues bien, parafraseando a Sócrates, afirmo: “Solo sé que No al Senado”.

martes, 29 de noviembre de 2011

Ladran, luego cabalgamos

Ante el pánico que su fiel escudero le manifestaba al escuchar los ladridos de perros en la noche, el Caballero de la Triste Figura bocetó la magnífica observación que convirtió el miedo, la cobardía y la zozobra, en esperanza, tesón y, sobre todo, en el sentimiento más sublime de la autoestima posible: “ladran, luego cabalgamos”.

En éste, mi pueblo, haría falta (de nuevo) un hidalgo soñador que nos pusiera las pilas a esos amedrantados “Sanchos” que solo producimos efluvios malolientes por nuestras posaderas, del miedo que nos da mirar sin ver y palpar sin llegar a tocar ese oscuro y tenebroso futuro que se atisba. Ni siquiera se producen noticias de que el pulso sigue latiendo en nuestras venas, a pesar de que va para seis meses que nos trasfundieron por completo el viscoso líquido conductor de vida, sangre roja, por otra que parecía más fluida, jovial y emprendedora.

Hasta ahora solo las misteriosas penumbras siguen alimentando el pavor de “los escuderos”, vasallos acostumbrados a que, al menos, se nos inyecte una pequeña vacuna de moral por parte de nuestro señor, aunque sea a base de argumentar grandilocuentes manifestaciones de que en un futuro amanecerá y la luz del sol nos hará percibir los colores del entorno.
Esperemos que de alguna manera no nos acostumbremos a la noche islandesa y las penumbras no sean persistentes… aunque también allí, en la cercanía del Polo Norte, de vez en cuando disfrutan con la maravillosa visión de la Aurora Boreal.  

miércoles, 31 de agosto de 2011

Fallo en el Disco Duro

Me sorprende la lectura de ayer en la prensa provincial, donde se dice que el Grupo Socialista de Peñarroya Pueblonuevo desea fervientemente que el Partido Popular, que forma el gobierno local en la actualidad, “sea capaz de poner en marcha este proyecto que han heredado”,  en clara alusión a la Residencia de Discapacitados Intelectuales que, según indica la noticia, fue “iniciado” e impulsado por el anterior equipo de gobierno presidido por Luisa Ruiz.
No sé si es que a la ahora portavoz del grupo socialista le falla la memoria o es que se le ha deteriorado la parte del disco duro donde figura la realidad de esta cuestión. En cualquier caso voy a proporcionarle frescura histórica y herramientas reparadoras para su memoria:
1.    Este proyecto se inició en la legislatura de Rafael Muñoz, allá por el año 2002.
2.    Este proyecto contaba con la aportación gratuita de los terrenos necesarios para su construcción y futuras ampliaciones por parte de los padres de una persona discapacitada, además de estar ubicado para un perfecto acceso a vías de comunicación.
3.    Este proyecto ya estaba perfectamente esbozado y con los correspondientes beneplácitos, tanto de la Consejería Asuntos Sociales, Igualdad y Bienestar Social, que lo avalaba y concertaba plazas al 90%, como por el MINER que lo subvencionaba en su totalidad.
4.    Este proyecto contemplaba la acogida de 60 residentes y 40 en régimen diurno (100 plazas en total).
5.    Este proyecto necesitaba de una plantilla de alrededor de 70 personas directas para cubrir los tres turnos necesarios.
Y llegados a este punto, se produce el hecho de unas elecciones municipales en las que PSOE y PP deciden quitar la alcaldía a la lista más votada de IU, se nombra alcaldesa a Luisa Ruiz y es cuando se produce su magnífica intervención:
1.    Se retrasa el proyecto hasta 2008 (6 años).
2.    Se cambia de ubicación, con lo que se pierde la gratuidad de los terrenos que en su momento fueron aportados, se restringe la posibilidad de ampliación porque la situación del edificio lo impide, limita los accesos al mismo, así como crea malestar manifiesto en los vecinos colindantes.
3.    Se reduce el número de plazas de 60 a 40 residentes y de 40 a 20 en estancia diurna, con lo que se minora su capacidad de 100 a 60 personas.
4.    Se reduce el número de trabajadores en plantilla directa de 70 a 42 (28 empleos menos).
5.    Y lo más importante: transcurridos todos estos años perdidos, la competencia no se ha dormido en los laureles ni en pérfidas revanchas políticas y ya se han construido del orden de tres residencias más en localidades cercanas, lo que limita contundentemente la posibilidad de albergar más plazas, y por ende, de aumentar la plantilla de trabajadores.
Así que para ser fiel a la realidad, a la crónica del diario le sobra la palabra “iniciado…”, y además añadir a la misma …impulsado por el anterior equipo de gobierno de esta manera tal especial” que figura en los puntos que relaciono a partir de que el gobierno de Luisa Ruiz tomó las riendas en el asunto.   

domingo, 17 de julio de 2011

Daños Colaterales

Resulta paradójico que la población más habitada, más dotada para la prestación de  servicios y centro neurálgico y económico de esta comarca que es el Valle del Guadiato, es decir, Peñarroya Pueblonuevo, sea a la postre la ciudad más castigada por los “efectos colaterales” que la declaración de Zona Zepa (ZZ) provoca.



Todos los municipios afectados, y más exactamente, los agricultores y ganaderos que poseen sus fincas en esos términos municipales afectados por esta ZZ, van a recibir subvenciones, ayudas, apoyos institucionales y declaraciones magníficas para la puesta en valor de sus explotaciones y de ese territorio donde están instalados. Hoy mismo la prensa provincial recoge que nuevas ayudas van a ser aprobadas por la Junta de Andalucía para que ayuntamientos y productores puedan recibir fondos similares a territorios con un Parque Natural, cuestión que propiciará la puesta en marcha en los municipios de programas de conservación, protección y fomento del turismo, así como a los productores les asegura la compra de sus cosechas mediante la diversificación de éstas, adecuándolas a las necesidades de los animales objeto de protección.



Todo esto es bueno para la comarca, habida cuenta que se empieza a despejar la incógnita de cómo se puede tener un desarrollo sostenible, compatibilizando medidas de protección medioambiental con el desarrollo económico de una zona especialmente castigada por el desempleo. Pero la comarca somos todos y parece ser que “alguien” olvidó añadir que el “efecto colateral” sólo afecta a una población, Peñarroya Pueblonuevo, que se ve privada de ayudas de cualquier tipo, porque no posee término municipal afecto a ZZ, ni su economía se basa en la producción de cereal o ganado, pero que sí tiene que soportar que su intrínseca idiosincrasia industrial se vea radicalmente coartada en algo muy importante para su desarrollo, como es que una autovía pase por su contorno y propicie que el tejido industrial se instale con garantías en su territorio. Pero esta idea  es descartada de inmediato y apoyada incluso por el propio gobierno local del PSOE de entonces, que presentó como mejor idea para el trazado de ésta, que mediara entre el municipio y este importantísimo medio de comunicación nada más y nada menos que un pantano.

Por ello, algunos ciudadanos de esta comarca, concretamente los de Peñarroya Pueblonuevo, vemos cómo nuestro desarrollo sostenible se convierte en regresión y perjuicio ante una oportunidad que solo se da una vez en la historia de los pueblos, que no tiene vuelta atrás por la tremenda dimensión de este evento, que no se producirá más en el tiempo y que por ello se está no solo acotando el presente, sino estrangulando el futuro, pero que debe ser la cuota que hay que pagar, el puñetero daño colateral que hay que padecer para que algunos políticos, representantes a la postre del pueblo, consideren que ésto es bueno para sus políticas, que no para sus representados.

Como siempre, a los paisanos, solo nos queda la esperanza de que otros políticos, aquellos que han ocupado los sillones en las últimas elecciones y que han criticado con anterioridad y duramente estas medidas, ahora actúen en consecuencia y, si se puede aún, que se puede, remedien estos “daños colaterales” que solo afectan al núcleo de población más representativo e importante de esta comarca.

sábado, 18 de junio de 2011

Mi abuelo era minero

Mi abuelo era minero, de los de alpargatas de esparto trenzadas a la pantorrilla, de los de casco de piel dura, de los de luz de carburo, de los de pico y pala y el pico de mango corto porque la galería tenía el techo muy cercano y por eso la herramienta estaba diseñada para estos menesteres.
Mi abuelo estaba curtido de cara, es decir, presentaba tantos quiebros y remangos en su faz, que si mi maestro de entonces me pusiera como tarea hacer un mapa, seguro que me servirían de referente los pliegues de la cara de mi abuelo para dibujar Sierra Morena, los Montes de Toledo, e incluso los Pirineos.
Cuando tuve la magnífica oportunidad de compartir con este hombre mis  vivencias, pocas, magníficas y por ello especiales, de lo único que no me acuerdo es de la vinculación cromosomática y umbilical que nos podría hacer sentir juntos, sino la sensación infantil que sus ahogos silicóticos me transmitían, lo mismo que su garrota perennemente asida a su manaza derecha, sus pantalones de pana enormemente anchos y largos porque esas sus piernas lo requerían, y sobre todo, sobre todos estos recuerdos, ese abrazo “opresor, puñetero y envolvente” que te daba todos los días, salvo cuando tenía “mixto”, que era el relevo de la noche y que no le permitía estar presente en horas, digamos, lectivas.
Pero me acuerdo con todos mis sentidos de estas circunstancias, es decir, recuerdo su olor a tabaco negro reseco y vino blanco, ese aroma a gallina y conejo que portaba por tener estas criaturas en su patio, y sobre todo, recuerdo la “puerta falsa”, donde el susodicho se sentaba por las tardes, botella a mano, mechero de yesca y tabaco también, mirada enjuta para manifestar sin palabras que no quería ni permitía interferencias, y fundamentalmente, demostrando que su vida consistía en percibir la tranquilidad que esos momentos le proporcionaban. Hay un hecho histórico en mi vida, un antes y un después en lo que ahora soy, y aunque parezca estúpido, tengo que contarlo porque fue este hombre, mi abuelo, el que me hizo sentir por primera vez la sensación de ser persona integral.
Paso a describirlo:
Estábamos mi hermano (espabilado como un lagarto) y yo (torpe cual “gamusino”) jugando en la puerta falsa de mi abuelo. Él, sentado en su poltrona como he descrito antes y regocijándose de esos pequeños instantes que le permitían su angustioso trabajo y su salud, y nosotros, nietos,  disfrutando en su derredor con unos botijillos de barro que nuestra madre nos había comprado en “la plaza”, mote por el que se conocía por entonces al Mercado Municipal Sebastián Sánchez.
Mi hermano, cabrón como él solo, se inventó la “magnífica” idea de que era divertido soplar por la parte ancha del botijo, éste lleno de agua, para que por el pitorro saliera un chorro razonable que pudiera  alcanzar un recorrido suficiente como para “hacerte sentir” importante en función de la distancia que con éste alcanzaras. Y yo, motivado por la “euforia de los cabrones”, entiéndase, mi hermano, no tardé en sentir la pletórica necesidad de alcanzar con ese chorro de agua a mi abuelo, que se encontraba a una distancia suficiente como para que el desafiante, es decir, el mismo cabrón de mi hermano que he mencionado antes, me propusiera este reto. Dicho y hecho: alcancé con el chorro a mi abuelo, y éste, con semblante cálido y conciliador solo alcanzó a decirme: “Lolo, ven, que no he visto bien lo que te ha comprado tu madre, enséñamelo, hijo mío, que yo lo vea”. El Lolo, o sea yo, acudió como un rayo a esa llamada, que por un lado me había hecho poseedor de la marca de liderazgo que mi hermano me había impuesto, así como merecedor de los alabos de mi abuelo.
Fue exactamente igual mostrarle el botijillo a mi abuelo y éste tenerlo en sus manos, que la demostración física de la velocidad de la luz: en cuanto éste lo poseyó, tardó menos de un segundo en estrellarlo contra el canto del bordillo que circundaba el parque de “Los Cuarteles”, frente como a tres metros de la posición que ocupaba mi abuelo.
No medió entre estos menesteres ni una sola palabra, ni siquiera un gesto que yo busqué desesperadamente en la cara de mi abuelo (y para qué contar en la de mi hermano, que se hallaba ausente en la geografía que yo alcanzaba a percibir). Solo sentí la sensación de que mi botijo, ¡mi  botijo!, el que mi madre me había comprado en “la plaza” y que mi hermano me había incitado para “marcar estilo”, mi abuelo lo destrozó contra un bordillo, precisamente por hacer algo que para mí era importante.
El cabrón de mi hermano aún anda riéndose por la circunstancia.
Mi abuelo no varió el rictus que mantenía antes de que yo lo humedeciera con mi botijo, pero después de unos años, y antes de morir, me dijo. “Lolo, no te fíes nunca y a la primera de lo que te dicen los que te quieren, que por cariño te la meten, y por desprecio te la sacan, y cuándo pides explicaciones, solo te encuentras a un abuelo “cabreao” que le ha roto el botijo a un nieto al que tiene que darle explicaciones”.
No se me olvidará jamás. Yo tenía poco más o menos que cuatro o cinco años. Murió agarrándome la mano, porque previo a su expiración le dijo a mi abuela que tenía que decirle a Manolín “una cosa”.

viernes, 17 de junio de 2011

Cutre, sin más.

No sé por qué se me ha ocurrido meterme en la página web del PSOE de Peñarroya Pueblonuevo, pero lo he hecho.
Mi sorpresa no ha sido encontrarme con cuestiones políticas relevantes, pragmáticas, fundamentales en la ideología socialista, sino por el contrario, me enfrento a un vídeo en el que se me enseña cuáles son las enormemente magníficas actuaciones de ese Partido Político para con mi pueblo, como “currículum vitae” para que yo, y muchos como yo, extendamos nuestras manos y toquemos las palmas, estrellándolas reiterativamente en un manifiesto ardoroso de clamor popular por los logros que este equipo de gobierno, pasado, intenta manifestar en este “maravilloso” soporte digital.

Veo en éste que se prodiga el arreglo de “millones” de calles, acerados, “Pozas”,  “Vegas Currillos”, maquinillas del tren histórico, accesos, puentes, rotondas, y para qué extenderme más, manifestaciones magníficas de obras que han hecho que nuestro pueblo sea, como el propio vídeo intenta manifestar, un antes y un después de la gestión de lo que han hecho, valga la redundancia, los gestores de turno.

Genial, maravilloso, explícito, contundente, extraordinario, sorprendente, prodigioso, insólito, y no se ocurren más calificativos por no buscarlos, que no por meritosos, porque la cuestión lo merece.Y ahora ponemos los pies en el suelo, es decir, sentimos la realidad aquéllos que no hemos sido gestores, sino paisanos, habitantes, personas que vivimos en ese mismo pueblo que nos presentan en vídeo como una gestión “socialista” que, a priori, lo que intenta demostrar es que ésta ha sido, como poco, intensa, y como mucho, demostradora de lo que las angustias de esos mismos paisanos han dejado de padecer por efecto magnífico de esta “esplendorosa, brillante, resplandeciente y radiante” gestión  que ese vídeo manifiesta.
No sé quién dijo lo de “los sepulcros blanqueados”, pero me adhiero a su causa. Este pueblo seguirá siendo una tumba del pasado, mejor dicho, un mausoleo perfectamente flanqueado por sueldos de prejubilaciones que mantienen bancos y tiendas de consumo, pero a la postre, residencia póstuma de aquéllos que, como estos gestores “socialistas” pretenden hacernos ver con vídeos de ésta índole que las personas que vivimos en Peñarroya Pueblonuevo somos tan estúpidos como para conformarnos con el arreglo de mil calles, la instalación de millones de farolas energéticas o la construcción de billones de rotondas y puentes.

Al final, al cabo de todo, la gente necesita dinero para vivir, es decir, trabajo o negocio que proporcione riqueza. Y ni con mil millones de trillones bisiestos de calles arregladas, ni con la misma cantidad multiplicada por el infinito de manifestaciones de que las calles están en un antes y un después, saldremos de la miseria que significa que podemos tener la lápida más bonita, pero que dentro, en lo más profundo, lo que hay es un cadáver.

lunes, 30 de mayo de 2011

Mi amigo Pepe

Mi amigo Pepe ha muerto. A mes y pocos días de cumplir cincuenta y dos, su ya castigado organismo no ha podido responder a un cúmulo de complicadas y sucesivas circunstancias que han propiciado este hecho.

Estoy completamente seguro que hasta su último aliento ha luchado y ha estado batallando. Es su naturaleza. Así es él. Tiene que luchar por aquello que anhela, por lo que quiere y por lo cree justo y preciso, y no solo es capaz de arremeter contra lo que haga falta por ello, sino que además tiene la facultad de derrochar ánimo y suficiente potencia como para contagiar a todos los que hemos tenido la suerte de estar cerca de él.

De mirada inquieta, sonrisa amable y redondeados pómulos, es la persona con más carga moral y honrada con la que he compartido secuencias de mi vida inolvidables, magníficas, importantes. Sus dotes de análisis y su estilo único son como él mismo, arrebatadores, brillantes, fajados siempre con ese halo de luz que solo unos pocos elegidos poseen y que brota a raudales de su espíritu travieso y resuelto.

Esta “ley de vida” que conduce irrevocablemente a la muerte no es justa. Al menos en el caso de mi amigo Pepe. Si algo es importante para él, es la vida, sentir que cada gota de sangre que corre por sus venas tiene razón de ser, que cada una de las minúsculas células que componen sus tejidos están ahí para algo importante, crucial y por lo que constantemente hay que estar alerta. Por ello ha remontado acantilados impracticables y desmanes imposibles de los que ha resurgido como Ave Fénix siempre, a pesar de los pesares. No es justo.

Mi amigo Pepe es mi amigo para siempre. Su esencia es huella imborrable y a pesar de que ya lo echo de menos, está tan latente en mí que jamás podré hablar de mi existencia y de mi vida sin tener presente la parte de ésta que él propició, que compartimos y que seguiremos compartiendo por lo siglos de los siglos.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Democracia real... pero no de Reyes


Yo solo, acuñando opiniones sobre un determinado asunto soy capaz de estar conforme y desacorde, admitiendo contundentemente criterios que justo después de hacerlo pienso que lo opuesto es lo adecuado…y no estoy loco, simplemente confronto mi razón, mi lógica y mi conocimiento a las circunstancias. Y éstas son sencillas: mi voto es poder decisorio para que otros ejerzan eso mismo, el poder, pero no en contra mía… y las de muchos que como yo que creemos que la DEMOCRACIA consiste precisamente en que decidamos libremente cómo, cuándo y de qué manera hemos de convivir, relacionarnos y, en último extremo, decidir cómo sufrir desdichas o disfrutar euforias.

Y aquí es dónde me quedo quieto, inmóvil y estático.

¿Cómo es posible que los alardes DEMOCRÁTICOS consientan que los poseedores que ese poder básico otorga sean tus propios enemigos?

¿Cómo se entiende que aquéllos a los que les encomiendas con tu voto las labores (que asumen de manera voluntaria y “desinteresada”) de velar por tus intereses y los intereses comunitarios sean los mismos que éstos se pasan por el forro una vez que con tu voto adquieren el estatus de “autoridad política”?

¿Cómo se digiere que para que disfrutes de tus derechos y cumplas con tus obligaciones, establecidos rigurosa y rimbombantemente en Constituciones, libracos gordos llenos de leyes y reglamentos que establecen normas de convivencia, sean personas con rango políticamente adiestrado las que interpreten tu propia libertad, una vez que adquieren la “responsabilidad” que les proporciona tu voto?

Para qué vale votar, ¿para dar valor a tu criterio como ciudadano en intereses comunes?

O por el contrario, ¿para dar autoridad a personajes que deciden en función de sus propios intereses, llámense políticos, empresariales o económicos, que tienen nombre estruendoso, pero no apellidos, los que nos vengan a decir que las personas tienen que estar sin trabajo, y como consecuencia sin recursos, porque los “bancos” (que no son personas) ganan poco para repartir a sus accionistas (que sí son personas), y que los que tenemos la suerte de poder contribuir con nuestros impuestos al bien común hemos de tragar que estas abultadas talegas vayan a parar a las sacas de esos accionistas y directivos con contratos blindados de mogollón de pasta, en vez de que sean nuestros hijos, nietos o vecinos los que se beneficien de ese bienestar que puede propiciar “nuestro” dinero? ¿O para que mi voto sea partícipe de la masacre que es manifiestamente explícita para que mi hijo, nieto o vecino, insisto de nuevo, no tengan oportunidades de ser independientes económicamente para poder disfrutar de sus derechos de ser personas, a costa de que los que contribuimos damos cheques en blanco para que el banco los amartille, no dé hipotecas ni créditos a éstos mismos, y reparta dividendos millonarios y se vanaglorie de su cuenta de resultados anual?¿O para que nos convenzan de que es más importante el IBEX35, el índice NIKEY o el DOW YONES que las necesidades perentorias de las, apuntillo, PERSONAS, que son las que míseramente claudican ante estas magnificencias, a pesar de que es con su voto por las que se las propician?

Hay que contribuir al bien común, por supuesto, repartir entre todos, naturalmente, ser solidario, claro que sí. Pero que mi voto y los votos de todos los ciudadanos que ejercen “este DERECHO CONSTITUCIONAL” sea cómplice de nuestras propias miserias es, como poco, criminal, detestable y, en último extremo, calificable como “mentira podrida y asquerosa”.

Y ya no digamos nada sobre lo que yo denomino la verdadera exageración de lo aberrante cuando somos consentidores de que organismos o figuras decorativas que cuestan un pastón, son mantenidas porque la historia es lenta, no se moderniza en tiempo real y asume que herederos de fortuna, como los Reyes, sus descendientes y séquitos, sean pagados por el pueblo, como en la Edad Media, donde la propiedad era de los linajes y los vasallos de por vida.

Lo mismo que ésto, también iconos que no se sabe qué representación ostentan y que no pueda ser asumible por el Congreso, como el Senado, dónde unos buenos pocos, también pagados por el pueblo, se dedican a nada y duplican el gasto porque este emblema ornamental queda bien en las estructuras paleolíticas, que no políticas.

Algo debe empezar a cambiar, porque de lo contrario y al contrario de cuando las mentes eran pasteurizadas para que no pudieran pensar, hoy existe el conocimiento, la educación generalizada, las comunicaciones y las redes sociales que propician que éstos se propaguen, extiendan y lleguen a los rincones más recónditos y, como consecuencia de ello, no se pueden seguir asumiendo barbaridades como las que enumero, porque ello implica hacer comulgar con ruedas de molino a gargantas que ya de por sí andan asfixiadas, y éstas pueden, deben y, seguro, van a reaccionar.

martes, 17 de mayo de 2011

No quería, pero lo voy a hacer

Como indica el título de este post no quería meterme en la faena de dar opiniones en esta campaña electoral, pero lo voy a hacer. Por supuesto no significa nada mi opinión, pero ya me estoy hartando de estupideces, ¡por favor!, que los ciudadanos vamos a votar a nuestros alcaldes y concejales, los de nuestro pueblo, los que van a convivir cercanos a nosotros porque la distancia es mínima y vamos a poder estar en sus despachos, llámense alcaldías o concejalías, para demandar esas cuestiones que nos son colindantes, con la capacidad de ver a esos mismos que vamos a votar, ¡joder!

Así que me enervo cuando veo a políticos de autoritario rango (y extraño, al menos para unas municipales o autonómicas), famosillos recaudados por cualquier método, e incluso, personajes de la historia y de los antaños, dándole a la carretera, al tren o al avión para estar apoyando candidaturas de pueblo, ciudad o comunidad, con argumentos más divinos que el propio copón ídem, con alardes magnificados en cuestiones que nos importan un “huevo” a los paisanos de esos feudos que son motivo de voto y con petulancias y borderías que a lo único que inducen es a la zozobra y a la enemistad.

El señor Rajoy y sus solariegos se han planteado estas municipales y autonómicas cómo si de ello dependiera la presencia futura de éste en la Moncloa, asestando improperios contra el señor Zapatero, y éste, y por supuesto sus linajudos, haciendo lo propio al respecto.

¡Cómo si a nosotros nos importaran sus políticas de mierda, cómo si creyéramos que son ellos los que nos van a dar respuesta cercana e inmediata a nuestras menesterosas necesidades cuando ocupen altos cargos de mucho, mucho “rango y abolengo”, cómo si dependiéramos exclusivamente de las dotes omnipotentes y todopoderosas de esos dos partidos, dos, PSOE y PP, para poder ser personas con capacidad de tener criterio propio, con entidad suficiente para razonar y, por ende, saber que no son ni a ellos ni a sus partidos a los que debemos rendir pleitesía, sino todo lo contrario!

Reitero mi querencia inicial de no participar en este aquelarre, pero es superior a mis entendederas y a mis básicos instintos humanos permanecer inerte ante toda esta sarta de despliegues parafernálicos y vociferios barriobajeros, porque, en última instancia, aún tengo la ilusión de que mi voto sea parte de ese poder que otorga la democracia: el que emana del pueblo.

¡Democracia real YA!

martes, 26 de abril de 2011

ME LO QUITAN DE LAS MANO

Miguel Ángel Rodríguez, ese espectacular sabihondo que deja a la altura del betún a los más prestigiosos investigadores y eruditos de la historia del mundo conocido, ese grandilocuente comunicador que sienta cátedra cada vez que respira, ese portavoz de José Mari y ahora, al igual que éste, frecuentador de tertulias, foros clarividentes y además, escritor, ese, ese mismo, ha sido condenado a pagar 30.000,00 € de indemnización más 30,00 € diarios durante 11 meses, por bocazas.

Y es que la fábrica del PP (Productos Perecederos) no para, y mucho menos ahora que estamos en vísperas de elecciones. Lo que no se le ocurre a la Secretaria General (que va sobrada), va el Oreja y lo exabrupta sin problemas ni reparos; el candidato en Córdoba se pasa por el forro el significado de las palabras y califica los intereses de la oposición de “bastardos”, cuestión que deja sin padre conocido a esos mismos “intereses”, pero como suena bien a nivel de desprecio, pues ahí queda la expresión; el guaperas Pons no para de hacer galas y posturitas, eso sí, todas ellas acompañadas de verborrea “para tontos” que siempre apunta a describir lo malísimos que son “los malos”; el Trillo anda que “trilla” a la que cae, ahora poniendo en evidencia la excarcelación (que parece ser han provocado los que no son carceleros) de un bicho de ETA, pero que para fastidiar, y haciendo alarde de sus facultades como jurista, aprovecha la ocasión y acusa con gesto serio y ceja erguida a esos mismos malos que Pons indica en sus “cuentos infantiles”.

Y mientras, el “papa” (sin mayúsculas ni apóstrofo, para que suene calé), el patriarca, al que éstos que menciono parecen estar haciendo la cama y preparando el puchero, calla y bendice con silencios a todos sus “churumbeles”, que andan de jolgorio permanente, zapateando (entiéndase el doble significado de esta expresión), meneando cinturas y alzando manos al aire en este alboroto y francachela que las vísperas electorales provocan. El “papa” Mariano está el tío que no da crédito a lo que sus “espermatozoides políticos” han sido capaces de engendrar, así que el buen hombre va y calla. ¡Para qué va a hablar, si sus “cachorrillos” parece que van de anfetas (pastillitas que en los 70 y 80 ingerían a raudales los estudiantes para prolongar la vigilia e instruirse abundantemente, tanto o más que la Cospedal, el Pons, el Miguel Ángel, el Oreja y el Trillo juntos) y no se les seca la garganta nunca!

Orgulloso de su prole, como no podía ser de otra manera, lo único que acierta a decir “er papa” Mariano (eso sí, con la boca cerrada), es:

“¡Ay, payo, que mis niño son lo mejó der mundo! Fíjate tú como me venden la mercansía, y sin mentá ni siquiera eso de “ME LO QUITAN DE LAS MANO”.

DEJÁ VU

Como si de no tornar al pasado se tratara, como si no viniéramos de vuelta de los acontecimientos, de manera regular, cíclica, pendenciera y, para más inri, machacona, acudes cada cuatro años a las perspectivas de unas elecciones, las más próximas municipales, o las que sean, que por ende, ponen de vuelta y media esas deterioradas calles, que se nutren de nuevas obras, de contrataciones a parados a “toa mecha” sin pudor ni reparo, de presupuestos alocados que dan la sensación de que la billetera pública estaba bajo una cremallera atascada y que en estos precisos instantes alguien, con mano magistral, ha conseguido destrabar, te encuentras con que a dos meses vista de ejercer el derecho Constitucional al voto, los “voluntarios” que se presentan para hacerse cargo de esta tremenda y agobiante responsabilidad, son de todo… de todo… menos lo que han sido durante los cuatro años precedentes, es decir, “manitas de santo”.

Pero la cuestión es que son “voluntarios”, “serviciales”, “complacientes” y, por supuesto, al “servicio” de aquéllos que los votan para que ejerzan estas “durísimas” tareas de estar al servicio de esa sociedad que les puso donde están, precisamente para eso. Pero (y ahora viene otro pero) ésto se produce cada cuatro años, con todos sus meses, sus semanas y sus días, y, como consecuencia, la memoria RAM de esos “voluntarios” se satura, se colma y se encripta justo al día siguiente de que las urnas les “obliguen” a cumplir sus “labores” y, por no se sabe qué prodigioso conjuro, esas mismas personas, “voluntarios, serviciales y complacientes”, adquieren el rol de “autoridades” y el argumento se revuelve contra ti.

Aquellos que se “dejaban el pellejo” por ti, ahora te “exigen” que cumplas con ellos, porque no hay dinero para tu calle, y porque no hay trabajo para ti, y porque no hay presupuesto para esto o aquello…. Y cuidadito con tener una necesidad perentoria, que tienes que pasar el filtro de: “todo el mundo es culpable (léase, no votante a mi partido), mientras no demuestre su inocencia (léase, lealtad a ese ídem)”.

Y así durante cuatro años… pero, (siempre hay un pero) llegan las elecciones. Es como el maná de los israelitas: donde no hay nada, hay abundancia, donde existe necesidad, hay remedios, y donde hay hambruna, sobran las salsas.
Pero solo durante un par de meses, o tres máximo… después nos quedan 45 ó 46 períodos más de desierto árido y puñetero... y lo que es peor, de desprecios a esas angustias que demandabas y que te llevaron a meter una papeleta en una urna para que esos “voluntarios”, ahora transformados en “faraones”, las desprecien o rechacen.
¡Elecciones cada seis meses, joder, para que ésto no nos pase, que no nos lo merecemos!

viernes, 22 de abril de 2011

Y fue el maestro y dijo: “Hoy toca dictado. ¡Venga!, cojan lápiz y cuaderno y prepárense para escribir”.


- “Iban las madrinas amparado el paso, velas encendidas y semblante serio…”

- “¡Don Luis, ¿velas es con “be” o con “uve”?.

- “¡Rodríguez, como vuelva a interrumpirme, se me pone de rodillas! ¿Se ha enterado, eh?”

- “Las lágrimas de cera resbalaban por los cirios amarrados a las manos de los penitentes que, tirando de las cadenas asidas por grilletes a sus desnudos tobillos, chirriaban arrastrando por encina de los húmedos adoquines de la calle Teatro...”

- “Don Luis, ¿desnudos es con mayúscula o con minúscula?”.

- “¡Rodríguez, venga usted para acá y pónganse en postura, que le voy a enseñar cómo se escribe “castigo”!

El discípulo se levantó del pupitre sin rechistar. Arrió sus manos a la espalda, cogidas por las muñecas y las apoyó sobre sí. Introdujo la cabeza entre las piernas de Don Luis, esperó a que éste lo sujetara y a que la “palmeta” tocara sus posaderas con el rigor y la fuerza que el castigo merecía, es decir, preparó el trasero para que la postura fuera procedente, porque en caso contrario la condena no sería por su desconocimiento del vocabulario, sino por no saber cómo ponerse en la posición adecuada para que el maestro arreara palmeta en mano, con la contundencia requerida. No se podía oír un lamento, ni siquiera el mínimo atisbo de quejido, por dos cuestiones elementales: primero, porque Don Luis creyera que la paliza no era bien recibida con la honestidad que merecía reconocer justos los agravios y, como consecuencia, ésta se prolongaría hasta que fuera así, o segundo, que no eras lo suficientemente machote para aguantar esa tortura “merecida” del que tu “inconsciencia” te había hecho merecedor y que todos tus compañeros de colegio avalaban.

Pasado este momento, todos los alumnos te miraban raro, se distanciaban de ti: habías sido castigado, habías traspasado las sagradas normas que el maestro, escrupulosa, diaria y contundentemente exigía. Tu madre y tu padre que no se enteraran, porque si no el castigo se multiplicaba: el primero en la escuela y el segundo en tu casa, por haber irritado a ese maestro, dogma de secularidad y rectitud.

Pero un día ese culo se reveló. Manifestó con arrojo que esos golpes de madera eran dañinos, y no solo porque que las terminaciones nerviosas que eran las primeras que los sufrían y transmitían al cerebro la sensación de dolor fueran importantes, sino porque lo que más angustia suscitaba, era que esa humillación fuera además consentida y tolerada, en la escuela, en tu casa y en toda la sociedad, por lo ignominioso que faltar al orden o ser torpe de conocimientos simbolizaba en el entorno. Si Don Luis, o su santa madre, te castigaba y te ponía el culo como un tomate, era la acepción pura que la formación tenía que entrar en tus entendederas con dolor, como a los perros de rehala se les enseña a ser más bestias de lo que ya son.

Y entonces el culo buscó otros culos… otras manos asidas a la espalda… otras manifestaciones contrarias… y las encontró. Llegó el siglo XX a traspasar sus tres quintos y las neuronas a trabajar por cuenta propia, producto del empecinamiento que Don Luis y muchos como él habían sido capaces de activar, con contundente dolor físico y psíquico, pero que por suerte, hoy, en el siglo XXI, no se da… ni se consiente.

domingo, 17 de abril de 2011

Dime con quién andas…


A este hombre hay que regalarle por Reyes, en su cumple, onomástica, o simplemente para que se esté quietecito y deje de hacer el burro, un país para él solito, acogedor, placentero, donde saque a pasear sus neuronas tranquilamente cuando le plazca, sin que por ello produzca molestias y daños colaterales a nadie.

Sí, me estoy refiriendo a José María, a ese José María con todos conocemos y que desde que se “prejubiló” no ha parado de execrar estupideces, gansadas, sandeces y majaderías allá por donde sus representantes le han ido buscando cuartel. Para ello, incluso, se fabricó con arcilla (mañoso es, no hay duda) hasta una Fundación de rango y abolengo, por si le fallaban las “galas”, tener siempre a mano este recurso para no faltar a la explosión impetuosa que su cerebro necesita evacuar con regularidad. Y es que es lo que yo digo: si te prejubilas, ve con antelación estructurando la futura situación que se producirá en tu vida para, con calma y sosiego, entretengas tu tremendo y perpetuo tiempo libre en cosas diferentes a cuando eras parte de la fábrica, porque si no estarás todo el rato criticando a los que quedan ejerciendo la labor que tú dejaste de hacer, intentando por todos los medios llamar la atención con la manida, cutre, rancia y esperpéntica actitud de: “Eso no es así y ese que lo hace no tiene ni idea. Cuando yo estaba…”

Pero en José María esta cuestión es coyuntural. Se nace con ese ego y se tiene que fenecer con él. Por eso la criaturita no para y tiene a sus asesores de imagen con el culo a rastras porque ya no saben qué mueca es la que procede cuando lo mismo habla de sus “amiguitos libaneses”, que pone en cuestión los criterios económicos de la UE, o manifiesta copa en mano y sonrisa beoda que “él beberá cuando le dé la gana”.

Lo peor de esta actitud de José María es que no tiene alivio, porque mientras más la prodiga, más enraíza en sus hechuras y a la vez le hacen sentir el llamado efecto mariposa, es decir, el sistema sin él es caótico, y él, con sus “mínimas e ínfimas” apreciaciones, es capaz de producir el resultado apetecible y magistral que avellana y pule los desperfectos que los demás poseen.

Pero lo tremendamente peor aún, es que no existen tampoco remedios paliativos para todos los demás, con lo que cada vez que se le ocurre alguno de sus esperpénticos exabruptos, manos juntas y a rezar por lo que nos puede caer encima.

José María, por favor, dedícate a “tus amiguitos” y déjanos a los demás en paz, porque como dice el sabio refranero español: “Dime con quién andas y te diré quién eres”

viernes, 1 de abril de 2011

BALUMBA, esos “cachondos”


Ayer escuchaba la Cadena Ser por la mañana y en determinado momento, Carlos Francino contactó con un corresponsal en Sevilla que puso de manifiesto que en la compañía de seguros BALUMBA los trabajadores eran unos cachondos mentales y que se lo pasaban de escándalo ejerciendo sus funciones laborales. Este corresponsal llegó a decir que si no trabajara para la radio, le gustaría trabajar en BALUMBA, puesto que allí el trabajo era algo espectacular, hasta el punto de que el hombre quedó sorprendido cuando al entrar en las instalaciones de la susodicha empresa, incluso algún trabajador llevaba puesta una camiseta de algún equipo de fútbol. Para enfatizar aún más estas apreciaciones, entró en antena una chica cuyo cargo en BALUMBA era importante y relacionado con el personal, que vino a afirmar poco más o menos lo mismo que ya se había dicho, además de manifestar contundentemente que sus trabajadores “eran felices y se encontraban muy a gusto, porque sus clientes eran felices y bien tratados”. Todos los clientes menos uno, supongo, porque mi yerno, asegurado en BALUMBA, sufrió un accidente que le provocó un tercero al embestirle por detrás, y lleva DOS AÑOS Y MEDIO SIN COCHE porque esta “cachonda, hilarante, jocosa, divertida y chocarrera” empresa, más que defender los derechos de sus asegurados frente a la compañía que provocó el siniestro, parece que le es más interesante “echarse a reír” y pasar por un tubo de los compromisos adquiridos en la póliza y dejar en manos de los criterios de la compañía que debe hacerse cargo de los gastos ocasionados por el mencionado siniestro, es decir, la compañía aseguradora de la persona que embistió el vehículo de mi yerno, la cual, está claro, está haciendo todo lo habido y por haber para no pagar ni un duro. Y mientras, en BALUMBA se siguen descojonando de la risa, debe ser porque ni mi yerno ni yo disponemos de medios económicos para denunciarlos y hundirlos en el descrédito, porque si no, seguro que esta cuestión estaría resuelta hace mucho tiempo y en la “graciosa BALUMBA” hubiera desaparecido por completo el rictus humorista que parece ser les caracteriza para convertirse en empresa seria y comprometida con sus asegurados. Entre tanto, mi yerno ha perdido el empleo por no disponer de coche, sigue teniendo serias dificultades para encontrar otro e incluso padece problemas de rango familiar por esta “amena circunstancia” que tan entretenidos en la risa tiene a todos los empleados de BALUMBA. Y para colmo, se les presenta en un programa de radio en el que se pretendía demostrar que el buen ambiente laboral hace mejores profesionales y, por ende, mejores personas. Pues que me pregunten a mí o a mi yerno y si tienen narices, se rían frente a nosotros, cara a cara, que verás que divertido puede llegar a ser el cotarro.

martes, 29 de marzo de 2011

Anda y que te lo miren

“Anda y que te lo miren”, frase mayúscula y, para más INRI, demostrativa de que quién la manifiesta no solo sienta cátedra, sino que además ostenta la exclusiva posesión de una capacidad de veredicto frente a algo que, a priori, es ostensiblemente peyorativo y, por ende, producto del desdén. Y me da muchísimo coraje, vamos, que ni me aguanto las cochuras cuando escucho esta composición modernista del lenguaje, y no porque esté mal dispuesta, ni siquiera porque no encaje en los discursos, ni por supuesto en las normas de nuestra Real Academia de la Lengua Española, sino porque quién es capaz de manifestar ésto, se me ocurre que de lo primero que carece es de sencillez; de lo segundo es de honradez y, por último, y tercero, es de no saber aprovechar la oportunidad que se le brinda para indicar a ese interlocutor, al que pretende humillar con estas manifestaciones, de lo brillante y magnífico que puede ser sacar de las penumbras lo estúpido o insulso de su criterios.
Pero no es así. Si esta frase se pronuncia, está clara la cuestión:
1. Se es gilipollas integral, o...
2. Se es gilipollas integral por segunda vez, o…
3. Se ostenta un estatus de listillo poderoso, o…
4. Se posee rango para humillar, con poder de que los contertulios no humillados adquieran el rol de palmeros, o…
5. , y por último, se es lo que figura en los apartados números 1 y 2.
Así que, por honrada expresión y posibles coyunturas: si yo meto la pata en mis apreciaciones, si parezco amorfo en algunas circunstancias, o simplemente manifiesto con libertad algo que pueda ser incongruente para alguien, ruego que ni mi mejor amigo, interlocutor u oyente, me diga “que me lo tienen que mirar”, porque “ME CAGARÉ EN TÓS SUS MUERTOS”.

sábado, 5 de febrero de 2011

Estamos salvados

¡Menos mal, menos mal que por fin los Dioses nos acompañan, nos amparan y, además, como Dioses que son, nos alumbran y nos indican cual es el camino para acceder a la Verdad Absoluta, Limpia, Pura, Impoluta, Magnífica, Esplendorosa y Clara!.
Y yo, que soy agnóstico, no creyente y receloso, voy y afirmo ésto, ¡vaya incongruencia!. Pues así es, porque desde que veo Intereconomía, a ratos, cuando zapeo (o como se diga), voy y me doy cuenta de que los datos que se dicen, afirman y demuestran los insignes contertulios de cualquiera de los programas de información, opinión o catedralicios, son tan verosímiles que me hacen estremecer o, en el mejor de los casos, enmudecer de vergüenza por no haber sido lo suficientemente clarividente para haberme dado cuenta que España, o sea, nuestro país, es una verdadera cuna de víboras venenosas, reptiles malignos y cúmulo de todos los despojos malolientes y putrefactos, porque hay un tal ZP, que acompañado de una sarta de adláteres, campan a sus anchas, mal que le pese a unos señores y señoras de mal vivir, cuyos nombres al manifestarlos me producen escalofríos, como son la Consti, los Tribus, y el padre de todos ellos, que si no recuerdo mal vive en Estrasburgo, y que tiene una mala leche que se la pisa. Y en medio de todo esto hay un montón de bichos raros, que tienen la costumbre de vestir de negro largo, a lo que llaman toga, que se tiran como poco cinco años enterándose de cómo aplicar una cosa tan insulsa, pueril, insustancial y anodina, que se llama ley, para que sean los Dioses, entiéndase Intereconomía, los que vengan a decirles con entidad de dogma exclusiva que:
1. España está hecha una birria desde que un tal Rajoy es lo más tonto que hay después del huevo de Colón.
2. España no respira bien desde que un tal José Mari creyó que había inventado la III Fase de La Guerra de Las Falacias.
3. España está a la deriva por culpa de que Paquito El Caciquero sigue estando de moda en las discoteques de vinilo y flequillo almidonado, a pesar de que la fecha de caducidad clama por sus fueros.
4. España tiene un color especial, que bajo los tintes de las gafas de estos que la bien miran, debe ser siempre fandanguera, farandulera y muertadehambre.
5. España, en definitiva, es, por intervención celestial de esa Biblia Divina Intereconómica, la MIERDA MÁS GRANDE CONOCIDA desde el Pleistoceno, pero…
no nos preocupemos, mortales insulsos, que ESTAMOS SALVADOS, porque INTERECONOMÍA y todos sus apóstoles tienen la posesión de la Verdad Absoluta, y con ella nos ampara la redención.
Amén (que significa en hebreo: Anda, Malagente y que te dEN).

viernes, 21 de enero de 2011

Avutardas Vs Autovía


Hoy, de nuevo, leo en la prensa provincial otra de las excelencias que en la Comarca del Guadiato van a acontecer, de hecho está aconteciendo, por los resultados de un Plan, llamado LIFE +, que ha conseguido afianzar la población de avutardas en este territorio, del orden de 150 ejemplares.
En la noticia se explaya el redactor y muestra una infinidad de detalles, acuerdos, hitos y, en definitiva, toda suerte de pormenores, todos ellos por supuesto excelentes, que por fuerza inmiscuye al interlocutor de turno, lector en este caso, en la sensación de que entre todas esas manifestaciones henchidas de fervor se intenta trasmitir algo que es bueno para la susodicha Comarca. Y no voy a poner en duda la bondad de todo ésto, al contrario, percibo la misma sensación que cualquiera que haya leído el artículo, solo que me queda un pequeño resorte en lo más profundo de mi ser, tensionado hasta casi el límite del fallo, que me mantiene airado, o mejor dicho, anonadado.
Este resorte es el que sujeta mi entusiasmo por lo que aún está por venir, que es la construcción de una autovía que definitivamente haga arrancar a esta zona de la miseria inducida por la recesión constante y brutal que la desaparición de la minería está provocando, permita que la riqueza y prosperidad empiecen a tomar consistencia y solidez y, por ende, facilite que la población de esa especie tan rara, como es la humana, no solo se mantenga, sino que además aumente..
Pero he aquí el quid de la cuestión: con avutardas no hay autovía, o lo que es lo mismo, la especie humana no tiene la suficiente entidad para competir con la trascendental importancia que esta magnífica ave posee. La ex alcaldesa de Fuente Obejuna lo manifestó no hace muchos días: “No figura en ningún sitio que se vaya a construir ninguna autovía entre Llerena y Espiel, solo una vía rápida por el mismo trazado existente en la actualidad”. En fin, algo que ya sabíamos y algo por lo que la N-432 entre Fuente Obejuna y Espiel está en constante y continua componenda.
Solo espero que con el paso del tiempo, mucho, mucho tiempo, la Consejería de Medio Ambiente alumbre un Plan LIFE + que Plus, para hacer algo similar cuando la población de avutardas supere con creces a la humana y sea entonces preciso intervenir en la zona para que sea esta última la que necesite atención y con ello se evite su extinción total en este territorio.

martes, 11 de enero de 2011

Nos vemos en la puerta de los bares

Yo quiero ser ilegal, nada más que porque ser legal me perjudica, me somete y me obvia. Y no porque la ilegalidad me guste, ni siquiera es porque me produzca sentimiento reivindicativo y contrario, no.... solo quiero ser ilegal porque obligatoriamente la ley me oprime en mis convicciones, me menosprecia, me ignora y además me somete al perjuicio de no poder ejercer mis libertades. Por eso quiero ser ilegal. Y mi querencia no es porque me guste ir en contra de las leyes, justo al contrario; me encanta que la leyes, dogmas y normas de convivencia humana reflejen precisamente eso, marcos, límites y entornos en los que las personas debemos relacionarnos, aguantarnos y tener claro que somos animales racionales para comprender que, además de tener la capacidad de criticar acciones ajenas, también somos lo suficientemente intuitivos para conocer que los defectos propios existen fehacientemente.
O sea, tontos no somos, o somos lo suficientemente tontos para aceptar que nuestra incordura es inteligente, pero lo que no es de recibo es que nos cataloguen como racimos, en términos vegetales, o como rebaño, en analogía animal, para que los legisladores, a la postre personajes que hemos elegido todos nosotros para que hagan con nuestro dinero lo que nos interese, hagan precisamente todo lo contrario, lo que nos jode, nos perjudica y nos fastidia y, no solo nos hace todo ese mal, sino que además enarbolen el gallardete de que es lo más adecuado para los intereses de los legislados.
No se puede fumar en lugares públicos, es decir, donde haya público, como consecuencia, donde haya una afluencia de personas de manera masiva y necesaria, o sea, en cualquier sitio donde el concurso de individuos es evidentemente obligatori0 y manifiesto (hospitales, colegios, universidades, agencia tributaria, oficina de empleo, ayuntamientos, diputaciones, comisarias, centros de salud, etc., etc., etc.), porque el hecho de fumar perjudica a terceros y como consecuencia, esos terceros tienen el derecho a tener derecho.
Genial, estupendo, maravilloso…. Hasta que alguien opina que esta prohibición extralimita las facultades que los que la proponen, establecen y legislan, esos políticos que son que poseen las facultades para hacerlo, se olvidan de sus obligaciones y se amparan en sus facultades de autoridad. Ni un ministro, ni ministra, ni presidente de gobierno (y mucho menos de un rey) tienen transferidos el PODER DEL SOMETIMIENTO, el poder del AVASALLAMIENTO, el poder del FEUDALISMO, y por supuesto, el PODER DEL PENSAMIENTO, como consecuencia hay una distancia preocupante y puñetera entre el que LEGISLA y el que se deja LEGISLAR, a la postre el que elige democráticamente al primero.
Y si hablamos de derechos, hablemos: derecho a la salud del no fumador, derecho a la educación saludable de los niños, derecho a que esos mismos niños encuentren normalidad a que sus padres, amigos de sus padres, o cualquiera que esté en ese entorno se ponga hasta el culo de alcohol en el mismo sitio en el que lo único que se prohíbe, para su educación y derecho saludable, es fumar; derecho a que los trabajadores de los bares y restaurantes no respiren humo del tabaco de los clientes, pero que si tienen el vicio, puedan salir un ratito a meterse al chute de tabaco, derecho a que el cáncer de pulmón no prolifere porque la ley lo va a impedir con estas normas maravillosas, derecho a que el fumar (vicio asqueroso que, además de oler mal, provoca que la Sanidad Pública se gaste un pastizal en solventar los problemas que causa, nada comprable, por ejemplo, con lo que cuesta mantener las pensiones vitalicias de los que se meten a políticos en al Congreso, y ya no digamos, a los mismos del Senado), y, derecho, a ultranza, de que si, por un casual, cualquiera necesitara algo tan elemental y Constitucional como es tener una vivienda digna, o algo tan insignificante como pudiera ser un empleo que le permita mínimamente ser persona, se va a tener que JODER, porque las cabezas pensantes por nosotros y nuestros intereses, han barruntado que PROHIBIR ESTA GILIPOLLEZ es más importante que TENER EN CUENTA QUE LOS PROHIBIDOS TIENEN MÁS PROBLEMAS, Y MUCHO MÁS IMPORTANTES QUE FUMARSE UNO, O DOS, O TRES CIGARROS A LA PUERTA DE UN BAR. ¡¡CAPULLOS!!
Nos seguiremos viendo en la puerta de los bares… y en las próximas elecciones.