jueves, 16 de febrero de 2012

El Carpio y La Senadora

En su momento publiqué un post en el que me quejaba de las pocas noticias que de nuestro pueblo, querido y amado pueblo, aparecían en la prensa provincial. Era, más que una queja, un anhelo, un deseo, una ilusión, y no precisamente por alardear de notoriedad, sino justo por todo lo contrario: era por querer percibir que de nuevo algo se movía hacia adelante en busca de un futuro prometedor que las urnas habían dicho que había que modificar. Entró una nueva corporación, aplastante en su constitución, y eso era suficientemente demostrativo de que algo iba a cambiar.

Pero me quedé esperando, y al cabo de nueve meses, al igual que un mal parto, aún espero, aunque la prensa sí recoge cosas que aluden a nuestro municipio… o mejor dicho, a personas de nuestro municipio que ostentan otros cargos, además del de alcaldesa, y que representan de cara a la opinión pública, otros intereses. Me refiero a la flamante senadora, María Gil, otrora alcaldesa de Peñarroya Pueblonuevo, que sí que sale en la prensa provincial… en El Carpio…, manifestando su apoyo, y por ende el de su partido, a las energías renovables que en esa población existen… como senadora (alto cargo) del PP.

Algo es algo. Quien la conozca, la relacionará con su “primo” cargo y, por alusiones, ¡por fin!, aparecerá el nombre de nuestro pueblo en la prensa provincial para general conocimiento del público asistente. Y no me asombraría nada que, de vez en cuando, aparezca en prensa de rango supra-provincial, que entonces es cuando me chorrearé de gusto y tendré la oportunidad de “vacilar” que esa flamante senadora es (o era, o será, o quizás quiera ser) la alcaldesa de mi pueblo; esa senadora que anda por los pasillos de la Cámara Alta de las Cortes Generales es (o era, o será, o quizás quiera ser) mi alcaldesa, la de mi pueblo, Peñarroya Pueblonuevo.

Al final, es posible que hasta incluso le pongan una foto, o un retrato, en las dependencias magníficas de esta Alta Cámara y allí quede para la posteridad, cuestión que afianzará la presencia de mi pueblo en la historia de España... como Velázquez en el Museo del Prado… aunque fuera sevillano.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Vaselina

-       El Consejo de Ministros acuerda la reducción de fondos MINER para infraestructuras.

-        Los sindicatos mineros en la comarca del Guadiato “levantan la liebre” y anuncian que ésto será la muerte definitiva de ésta.

-       Se pide una reunión de todos los alcaldes de la comarca del Guadiato afectos a programas MINER con el Secretario de Estado de Industria.

-       Esta reunión es anulada por “problemas de agenda”.

-       Acto seguido los sindicatos anuncian movilizaciones y concentraciones en la subdelegación del gobierno en Córdoba.

-       De manera inmediata la subdelegada del gobierno coge de la mano al alcalde de Córdoba (¿?) y a la alcaldesa de Peñarroya (todos del PP y solo el PP), y se presentan en el despacho del Secretario de Estado de Industria. Esta reunión paraliza la acción sindical anteriormente descrita, puesto que de ella se comunica que habrá próxima reunión de la Comisión de Seguimiento del MINER y por parte del Secretario de Estado se dice que “habrá un trato especial para proyectos de interés en la comarca”.

-       Hoy aparece en la prensa provincial que el PSOE, a través de su portavoz de economía en el Congreso, anuncia que la comarca perderá del orden de 28 millones de euros en infraestructuras del Plan MINER porque el gobierno Central no tiene intención de anular la decisión del Consejo de Ministros.

¿A qué me suena todo esto? Es “agua” conocida por estos lares y que ya ha vuelto a pasar por “estos arroyos”. Así empezaron no hace mucho los recortes a los planes MINER con el “famoso Hospital”, el “Cerco Industrial”, etc., etc.

A ésto se le llama a nivel de calle “dar vaselina”, hacer correr el tiempo de manera solapada para que al final se obligue a las partes a negociar y, como consecuencia, a que los productos de la negociación vayan obligatoriamente al recorte en las pretensiones iniciales. Es decir, que con estos movimientos lo que no se va es a cambiar la decisión del Consejo de Ministros, en absoluto; solo se va a recortar de manera drástica el presupuesto inicial de los proyectos ya presentados en el MINER, al igual que pasó con el Hospital, para dejarlos en su mínima expresión. Es una jugada de póker: anuncio lo más malo posible para que al final, en los procesos de negociación se acuerden unas migajas (algo menos malo) y al final parezca que te estoy dando algo.

Es práctica habitual en los gobiernos del PP. Por aquellos entonces se decía que los hospitales “ya no entraban en la filosofía MINER”, con lo que nos tuvimos que conformar con un CHARE, porque también la Junta de Andalucía vio cómo el gobierno Central del PP le abarataba los costes de mantenimiento si esto era así. Y todos a partir un piñón… todos menos los paisanos de esta comarca, que a día de hoy estamos por ver en qué medida nuestra población crece, las empresas se instalan y el empleo aumenta. Y seguimos esperando.

Preveo que, como siempre, nuestros derechos ya consolidados los vamos a tener que volver a pelear con sudor, lucha, manifestaciones y despotriqueos ante estas administraciones políticas que nos recuerdan constantemente lo insignificantes que somos y lo poco que les importamos.

Pues nada, si hay que volver a luchar, se luchará. Ya tenemos curtidas las manos y los pliegues de nuestro rostro de pelear al sol y no nos volveremos para atrás ni para coger carrerilla.

lunes, 13 de febrero de 2012

La Reforma Laboral y la Cospedal


La señora De Cospedal dice las cosas tal como las siente, sin mesura ni conciencia de que con estas palabras está dando aún más la razón a aquellos que sienten cómo todavía más se coartan sus derechos laborales. Afirma que con la entrada en vigor de la nueva reforma laboral “los sindicatos pierden su capacidad de influencia en las empresas”. ¡Naturalmente!. En eso consiste la queja, señora De Cospedal, en que los representantes legítimos de los trabajadores no pueden amparar a sus representados porque la nueva norma deja al miedo, al pavor y al dedo parcial del empresario sus ya deteriorados destinos.

Esta nueva norma permite que sean solos el empresario y el trabajador los que (entre muchas comillas) negocien sus relaciones laborales, la mayoría de las veces sin que medien ni convenio ni sindicatos en ésto. La Bestia (empresa) contra la insignificante herramienta (trabajador), y con un único y prioritario objetivo: solo se usan herramientas que proporcionen mayor rentabilidad al empresario, es decir, que no es necesario que seas el mejor profesional, sino que seas el que menos dinero le cueste a la empresa, por ejemplo, cuando te despidan, cuando te des de baja por maternidad, o simplemente cuando haya otra herramienta más subvencionada que tú.

Por supuesto que la necesidad obliga, señora De Cospedal, y que los 5 millones de parados estarán a partir un piñón con todo aquél que le ofrezca un puesto de trabajo, aún si éste es precario, porque hay mucha necesidad, señora, mucha. Y esa es la hipotética fortaleza que se pretende dar a esta reforma laboral, que nadie va a desdeñar una migaja, por muy cochambrosa que ésta sea, porque la otra opción sería la miseria, la emigración… o el hurto, para poder comer.

Desde luego no sé por qué me sorprendo con las afirmaciones de esta señora, si ya es de conocimiento notorio que quienes guían políticamente los destinos hoy día en este país son personas cuyo palmarés les precede. Si por ellos fuera, se desvincularía la cualidad de personas a los trabajadores y se les tildaría únicamente como lo que para ellos significan: herramientas cambiables en el sistema productivo, accesorios desechables de la cadena de montaje y recambios canjeables para abaratar costes.  

martes, 7 de febrero de 2012

Que "vino" El Lobo



Esta mañana me toca sellar por segunda vez “la tarjeta del paro” desde que me prejubilé. A pesar de mi privilegiada posición, no puedo dejar de sentir un escalofrío cada vez que acudo a este lugar y percibo las miradas angustiadas de muchas, muchísimas personas que allí se encuentran, haciendo cola para recoger las migajas que este tipo de organismo dispensa, pero necesarias para seguir subsistiendo. Sus pupilas están como distantes, pero alerta, como disculpándose por esta situación que les ha tocado vivir, pero demandantes angustiosos de su derecho al trabajo; es una circunstancia paradójica: por un lado exigen un derecho, que poco a poco se va difuminando y diluyendo en nuevas leyes que solo priman los beneficios empresariales, y por otro se sienten como pedigüeños, como desahuciados de la sociedad, y es que adquirir este estatus de “desempleado” es como pecar e ir a solicitar el perdón… por haber perdido el empleo o por solicitarlo por primera vez.
Ahora se llama “tarjeta del paro” y a mí me recuerda a la “cartilla de racionamiento” de otras épocas, en las que se prescribían los escasos alimentos diarios a los que las personas podían acceder. Me suena casi a lo mismo y al paso que vamos, afectará a casi las mismas personas que, curiosamente, solo se encuentran en las de clase trabajadora, no en empresarios, ni en políticos, ni en especuladores, ni en banqueros. Curioso.
Ahora, más cercano a nosotros, en nuestra tierra del Guadiato, de nuevo se percibe otro paso más hacia el desdén, el abandono y la miseria: el cambio de gobierno de la nación está produciendo, por el efecto político llamado “lo que tú hagas lo deshago yo”, el que otra vez esta comarca ande “pordioseando” lo que por derecho le corresponde y que el flamante equipo de Rajoy dice que va a suprimir: los fondos MINER para infraestructuras. Disminuye el “racionamiento” a las ya muy acotadas posibilidades de este territorio, con lo que si desde su inicio, allá por los años 90, hasta la fecha, ha servido para poco (y a las pruebas me remito, habida cuenta del empleo, habitantes y riqueza que se ha perdido), si aún nos restringen más los apoyos en plena época de crisis mundial, está claro que nos veremos abocados a la emigración forzosa de nuestra tierra en busca de un horizonte que nos proporcione un futuro, al menos, con esperanza de que la “cartilla de racionamiento” mantenga aquellos alimentos indispensables para una vida digna.
Ya era una muerte anunciada antaño: la desaparición de la minería por estos lares a un ritmo superior a la creación de nuevas expectativas de negocio, riqueza y empleo estaba claro que nos llevaría a esta situación. La nula inversión de la Administración Pública en nuestro territorio era y es síntoma inequívoco de que la maquinaria inversora privada ni siquiera estaba siendo lubricada por los gobiernos de turno para que pudieran encontrar atractiva su implantación en esta comarca, ya que no solo hay que “decir lo que hay que hacer y subvencionarlo”, sino dar ejemplo con actitudes propias y anclar las administraciones allí dónde se pretende dar un futuro servicio público. Si esto no es así, difícilmente se puede entender que los gobiernos apoyan los territorios, solo los “masajean” con subvenciones pasajeras que para lo único que sirven, aparte de dar vidilla (entiéndase “mayor beneficio”) a los empresarios que las pillan, es para tener polígonos industriales a punta pala llenos de hierbajos y polvo, y que a la larga serán desvencijados, o por el tiempo, o por amigos de lo ajeno.