domingo, 17 de julio de 2011

Daños Colaterales

Resulta paradójico que la población más habitada, más dotada para la prestación de  servicios y centro neurálgico y económico de esta comarca que es el Valle del Guadiato, es decir, Peñarroya Pueblonuevo, sea a la postre la ciudad más castigada por los “efectos colaterales” que la declaración de Zona Zepa (ZZ) provoca.



Todos los municipios afectados, y más exactamente, los agricultores y ganaderos que poseen sus fincas en esos términos municipales afectados por esta ZZ, van a recibir subvenciones, ayudas, apoyos institucionales y declaraciones magníficas para la puesta en valor de sus explotaciones y de ese territorio donde están instalados. Hoy mismo la prensa provincial recoge que nuevas ayudas van a ser aprobadas por la Junta de Andalucía para que ayuntamientos y productores puedan recibir fondos similares a territorios con un Parque Natural, cuestión que propiciará la puesta en marcha en los municipios de programas de conservación, protección y fomento del turismo, así como a los productores les asegura la compra de sus cosechas mediante la diversificación de éstas, adecuándolas a las necesidades de los animales objeto de protección.



Todo esto es bueno para la comarca, habida cuenta que se empieza a despejar la incógnita de cómo se puede tener un desarrollo sostenible, compatibilizando medidas de protección medioambiental con el desarrollo económico de una zona especialmente castigada por el desempleo. Pero la comarca somos todos y parece ser que “alguien” olvidó añadir que el “efecto colateral” sólo afecta a una población, Peñarroya Pueblonuevo, que se ve privada de ayudas de cualquier tipo, porque no posee término municipal afecto a ZZ, ni su economía se basa en la producción de cereal o ganado, pero que sí tiene que soportar que su intrínseca idiosincrasia industrial se vea radicalmente coartada en algo muy importante para su desarrollo, como es que una autovía pase por su contorno y propicie que el tejido industrial se instale con garantías en su territorio. Pero esta idea  es descartada de inmediato y apoyada incluso por el propio gobierno local del PSOE de entonces, que presentó como mejor idea para el trazado de ésta, que mediara entre el municipio y este importantísimo medio de comunicación nada más y nada menos que un pantano.

Por ello, algunos ciudadanos de esta comarca, concretamente los de Peñarroya Pueblonuevo, vemos cómo nuestro desarrollo sostenible se convierte en regresión y perjuicio ante una oportunidad que solo se da una vez en la historia de los pueblos, que no tiene vuelta atrás por la tremenda dimensión de este evento, que no se producirá más en el tiempo y que por ello se está no solo acotando el presente, sino estrangulando el futuro, pero que debe ser la cuota que hay que pagar, el puñetero daño colateral que hay que padecer para que algunos políticos, representantes a la postre del pueblo, consideren que ésto es bueno para sus políticas, que no para sus representados.

Como siempre, a los paisanos, solo nos queda la esperanza de que otros políticos, aquellos que han ocupado los sillones en las últimas elecciones y que han criticado con anterioridad y duramente estas medidas, ahora actúen en consecuencia y, si se puede aún, que se puede, remedien estos “daños colaterales” que solo afectan al núcleo de población más representativo e importante de esta comarca.