martes, 12 de mayo de 2009

Quien mal empieza, mal acaba

Quien me iba a decir a mí que a estas alturas yo sería un detractor de algo en lo que creí, sigo creyendo, creeré y además defendí y defenderé a ultranza, a pesar de muchos dimes y diretes que sobre el asunto se produjeron.
Me refiero a la construcción de la Residencia de Disminuidos Psíquicos que, con seis años de retraso, se está erigiendo en la parcela que fue de la antigua Clínica Santa Bárbara de Encasur, hoy propiedad del Ayuntamiento de Peñarroya Pueblonuevo. Y me convierto en detractor porque me parece una verdadera aberración que se construya a tres plantas en una zona de especial protección urbanística, con un modelo arquitectónico que rompe la estética y la estructura de la zona y que además vulnera desde la más elemental norma urbanística, hasta la lógica, la razón y el sentido común.
Por un lado se construye en un enclave donde solo hay construcciones de la época francesa que el mismo ayuntamiento se ha ocupado en proteger y catalogar como de especial interés urbanístico, por ser uno de los vestigios de nuestro pasado y de nuestra historia como pueblo; además se localiza en una parcela que a la larga impedirá su deseada y proyectada ampliación (por ser un proyecto más de Comunidad Autónoma que local), con lo cual ya se están limitando las perspectivas que sobre este centro se planificaron. Pero lo más aberrante es que el proyecto no haya pasado ningún filtro urbanístico que impida construir a tres alturas, que impida que el inmueble en sí no guarde relación con el entorno y que, por supuesto, se ignore la repercusión que sobre los vecinos colindantes tendrá el mencionado edificio. Y es que no estamos hablando de una construcción estándar, ni de una residencia sin más, estamos hablando de una Residencia de Disminuidos Psíquicos, con la prestación además del servicio de Centro de Día, con lo cual también se está ignorando que es el espacio menos adecuado para que estas personas que en un futuro serán residentes tengan un entorno bastante más conveniente que el estar encajonados entre cuatro paredones sin más.
No podemos ignorar que este centro es un centro socio-sanitario, con una atención especializada tanto en lo concerniente a la salud, como en lo que atañe a la educación e integración del psicodeficiente en la sociedad, con lo cual se hará necesario la habilitación de talleres, el trasiego diario de éstos a centros ocupacionales, el movimiento de vehículos sanitarios, de los familiares, de aprovisionamientos, equipamientos, etc., por tanto no parece lo más adecuado integrar el edificio en una zona cerrada y con accesos muy limitados, como es el sitio elegido para ello. En ningún lugar del mundo, salvo aquellos en los que el crecimiento desmesurado de las poblaciones así lo ha provocado, existe ningún centro de este tipo en mitad de una población y con accesos tan restringidos, incluso para algo tan elemental como pueden ser las nunca deseadas emergencias, pero que por ser un centro de estas especiales características, con toda seguridad han de producirse o cuanto menos, preverse.
En fin, que no hay ni un solo argumento que sustente la bondad de esta construcción en este espacio … bueno… sí hay uno… uno lo suficientemente más aberrante que hasta a mí se me cae la cara de vergüenza de que esto pase en mi pueblo: este argumento (o mejor dicho, argucia) es el que motivó a Luisa Ruiz a destrozar todo aquello que se proyectó en la anterior legislatura en la cual germinó este proyecto para dar al traste con él y convertirlo en controversia ciudadana más que en una realidad de progreso social. Y es que el terreno (que lo donó la familia de una futura residente) y el proyecto se lo encontró hecho… salvo que para darle “su toque personal” se le ocurrió cambiarlo de sitio, ignorar esta donación y el entorno en donde ésta se encontraba, con buenas comunicaciones, espacio suficiente para posibles ampliaciones y sin encajonamientos, construcción en una sola planta y como consecuencia, fastidiarlo y joderlo. Y todo ello, como otras tantas cosas, solo con el único afán de destruir y aniquilar las iniciativas anteriores, anteponiendo este odio político al bienestar y el progreso de los ciudadanos de este pueblo.
Como titulo al principio, quien mal anda, mal acaba.

4 comentarios:

Picalcan dijo...

Dos comentarios:
Primero: En este pueblo no ha existido, ni por lo visto existirá, una política urbanística en condiciones. Se permite la construcción indiscriminada. Da igual alturas, fachadas, entorno, etc. Ejemplos los que quiera señor Nogales, desde un castillo a barrios enteros donde una casa con la de al lado tiene el parecido de un huevo y una castaña. ¿El motivo? ¿Usted me lo podría contestar?
Segundo: Es un hecho común que en nuestra democracia los proyectos de un signo político son sistemáticamente rechazados por los continuadores de otro signo político. No se de qué se sorprende usted cuando lo más sangrante en este tema ocurrió con nuestro "sharito" y nadie del nuestro pueblo hizo nada para impedirlo.
Aquí vale todo, se van haciendo chapuzas, una tras otra, y si la última deshace lo que hizo la primera, nada importa. Me quiere decir usted ¿dónde vamos a dejar el coche en el centro de nuesrta localidad con tres calles semipeatonalizadas (¿se dice así?)y la ronda terminada?
No estoy en contra ni de las calles semipeatonales, todo lo contrario, ni el arreglo de la ronda sur. Pero habría que darle soluciones a los problemas que ambas plantean por lo menos a la vez que éstas mejoras se realizan.

Manuel dijo...

Lleva usted toda la razón y acaba de destrozar mi moral con la excelente comparativa respecto de la "Charito". No obstante he de anunciarle que en este caso parece ser que hay un incipiente movimiento vecinal que intenta buscar soluciones, aunque con la moral como me la acaba de dejar, solo se me ocurre decirle que comulgaremos, como siempre, con ruedas de molino.

Cerco Pya dijo...

De molino no, sino de carroussel como el de la Plaza de la Concordia.
No os hagáis mala sangre. El barrio francés ya hace tiempo que desapareció. Lo que queda es un pastiche.
Pero aquí sólo se comenta "la jartá de obras" que nos están haciendo. Sin orden ni concierto, achicando calzadas, ensanchando acerados para que pase... el aire pues pronto no habrá ni viejos. Y ahora encima el albero del Llano. Puajjj.

Anónimo dijo...

1.- el coche lo dejas en tu casa no vamos a tener todos coche, para que te hace falta en un pueblucho como este, -para irte en tus dias de ocio-
2.-si, hace un par de meses se ha aprobado por fin el PGU (normas subsidiarias)ahora se van a cagar los que hacen: porches,tejaos,castillos, etc. sin proyectos que putada tener que paralizar las obras por simples tejaillos o pequeñas irregularidad
3.-los vecinos jajaja..con franco se vivia peor, pero joder que bien se vivia.
4.- las calzadas estrechas es para que no pasen los camiones del mercadona y las aceras anchas es para que los pocos que nos crucemos guardemos las distancias.
5.-el albero del llano es para aplanarlo y cementarlo, llenarlo de veladores para la buena marcha del negocio.