La cuestión es que aquello fue algo que me hizo sentir irritación. Y me irritó por dos motivos concretos: primero, porque la oposición mantiene una postura de lo más ridícula, inconcreta y, sobre todo, asumiendo un rol de perdedores y sometidos que asombra; y segundo, porque en base a estas primeras premisas, la actitud de la señora presidenta vino a poner de manifiesto el tajante arrojo que emplea en tomar sus decisiones y las de su grupo político, a sabiendas que cualquier réplica de la oposición será postrada, cuando no humillada.
El portavoz del grupo municipal de IU-LV-CA preguntó que por qué no se había votado la urgencia de una propuesta que se presentó en un Pleno anterior. Con las mismas argumentaciones que nada, es decir, con cero argumentaciones, le vino a decir que eso es lo que hay y punto. Algo similar hizo el del Partido Popular, en el que venía a pedir que como homenaje a un ciudadano de este pueblo se le pusiera su nombre al Estadio Municipal Casas Blancas. Ni se votó la urgencia, ni por supuesto la moción quedó como originalmente la proponía este portavoz, sino que la señora presidenta le dijo que quedaba para incluir en el próximo Pleno el ponerle el nombre de este paisano a las nuevas instalaciones deportivas que se están construyendo detrás del antiguo pabellón polideportivo, porque el Estadio Casas Blancas se tiene que seguir llamando así. Y otra vez punto.
Y si me limito a las argumentaciones del Partido Andalucista, ya se me caen los palos del sombrajo. En “ruegos y preguntas” el portavoz de este grupo municipal esgrimió un par de preguntas o ruegos que, porque estaba yo presente, que si no, no me lo creo. En ambas - insisto, en “ruegos y preguntas”, cuestión que solo deben saber los grupos municipales que las presentan porque no forman parte del orden del día nada más que de manera genérica, sin especificar -, se llevó sendos rapapolvos: uno porque la mesa presidencial estaba repleta de documentación que ni los mismos grupos municipales poseían, como era el caso del informe de un erudito veterinario respecto a la instalación de una planta de transferencia de animales muertos, y el otro porque, poco menos que media hora antes del Pleno, por parte del Concejal de turno ya se había solucionado la cuestión que el Portavoz del PA planteaba, y que era la retirada de un vehículo que estaba a las puertas del Consistorio desde hacía bastante tiempo. Digo que se me caen los palos del sombrajo porque, ¿cómo es posible que sin que medie información entre los portavoces y el equipo de gobierno en estas cuestiones que se plantean por ruegos y preguntas se tengan tan perfectamente calibradas las respuestas o las actuaciones emprendidas en cuestión de minutos?. Parece cosa de espías, de verdad.
En serio, me llevé una enorme decepción por todo cuánto presencié, aunque no soy ajeno que no hace falta asistir a los Plenos para percibir estas sensaciones, porque evidentemente es notorio y manifiesto que la Corporación Municipal hoy por hoy la conforma únicamente el Grupo Municipal del PSOE, con su señora presidenta al frente, y el resto de grupos políticos, ni quieren, ni ejercen de representantes de ningún vecino.
Lo siento por esos vecinos, entre los que me incluyo.