jueves, 19 de febrero de 2009

Cuestión de memoria


Hace unos días, mientras viajaba hacia mi trabajo, sintonicé por casualidad la emisora Radio Estrella de Espiel, en la que en ese momento, a pesar de lo temprano de la hora (seis y media de la mañana) se estaba retransmitiendo una entrevista al alcalde de ese mismo pueblo, José Antonio Fernández, supongo que en una reposición grabada, por lo de la hora, digo yo.
Empecé a escucharla ya comenzada ésta, y en la parte que pude oír, José Antonio Fernández y Paco Calderón, comentarista de la emisora, disertaban sobre la economía, el paro, el dinero que el Gobierno Central va a repartir para obras municipales y sobre la situación concreta de Espiel en estos aspectos y algunos más.
Como final de lo que pude escuchar, Paco Calderón comentó al alcalde sobre su opinión respecto a la inauguración del Hospital que recientemente se hizo en Peñarroya Pueblonuevo y, entre otras frases dijo, refiriéndose a Rafael Muñoz como “mi alcalde guerrillero”, que qué le pareció a él. José Antonio, con su habitual, cálida y agradable oratoria en la que siempre, siempre, dice algo que no quiere decir, o que él no quiere que se entienda así, no obstante lo dice y lo remarca, apuntó que le pareció que no se hizo un recuerdo adecuado a personas y a lo éstas representaban en su momento, por ejemplo a Enrique Triviño, a Juan Gabriel García (q.e.p.d’s.), a Nicasio Molina y, concretamente en lo que respecta al “alcalde guerrillero”, inició su exposición hablando de que Rafael Muñoz le dijo en determinado momento “niñato”, con lo que de manera inaugural, ya decantaba su criterio, aunque, insisto, como es habitual en él, adornó su apreciación para darle el tono de camaradería con el que remató su disertación. Paco Calderón acudió al instante a recordarle que él, José Antonio, había dicho que lo que éste montó en las puertas de El Cabril era una romería, con lo que se daba a entender que lo de “niñato” fue como respuesta a la actitud que el propio José Antonio había demostrado en aquellos momentos.
Como la memoria es corta y además selectiva, a mí también me gustaría recordarle a José Antonio, con todo mi afecto y admiración, que además de los explícitos calificativos que expuso respecto a “esa romería”, también defendió a capa y espada la famosa “filosofía de MINER”, en la que donde se dijo “digo”, ahora se decía “diego”, es decir, que él mismo tomó el estandarte con apasionado tesón para refregar tanto a Rafael Muñoz, como a todos los que he nombrado antes y que José Antonio mismo se preocupó en recordar en la entrevista, que “la filosofía del MINER había cambiado y que, como consecuencia, no entraba en los planes de éste financiar hospitales”.
Se lo recuerdo a José Antonio, a la entonces Directora General de Minas, Paloma Sendín, y al también en ese momento Secretario General del MINER, cuyo nombre no recuerdo, ni falta que me hace. Si por ellos hubiera sido, por los tres, no tendríamos hoy Hospital, muy a pesar y en contra de buen-hacer de todas las personas a los que ahora José Antonio adula con la añoranza de que, amén de todas las posibles y pasadas discrepancias, hubiera sido conveniente que se recordaran en este evento del que se hablaba en la citada emisora.
Por si me lees, saludos José Antonio.

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