martes, 9 de septiembre de 2008

La Pesada Losa


Se veía venir. Se veía venir que Gestagua iba a ganar este primer pleito… y que ganará el segundo… y el tercero. Era evidente, a pesar de la ceguera (o clarividencia, según ella) que Luisa Ruiz manifestaba sobre el asunto, que los contratos están para cumplirse y los contratantes condenados a entenderse para feliz término de sus relaciones. Lo contrario, lo que Luisa Ruiz ha hecho, es algo similar a querer dominar el mundo como intentó algún imbécil de bigote estrecho y flequillo lacio, que al final cayó como caerá ella. No se puede ir así por la vida, derrochando odio y sangrando rencor por las vísceras como esta señora viene haciendo desde que se encaramó al sillón de la alcaldía. Todavía está por demostrar qué es lo que ha hecho por su pueblo y por sus ciudadanos que no haya sido continuidad de lo que en otras legislaturas ya se emprendió, salvo que el matiz que la distingue es que sabe hacer a las mil maravillas lo de meter la marcha atrás, es decir, dejarse guiar por su pasional animadversión por las personas que antes que ella ocuparon la alcaldía, incentivada por sus superiores jerárquicos y con el único afán de quitar de en medio a quien sí peleó por su pueblo en contra de todo aquel que se atreviese a causarle mal, como Rafael Muñoz, y con este único objetivo, el pueblo retrocede imparable hacia un destino fatal.
Ella se ha seguido (y se sigue) comparando con la legislatura en la que gobernó IU, dando palos de ciego allá donde encuentre un lomo en el que arrear y causar daño, sin que le preocupe lo más mínimo las consecuencias nefastas que para el pueblo, al que ella dice representar, tengan estas acciones; es más, no solo es que no le importen, sino que se la trae al pairo porque su única y verdadera preocupación es la de avasallar y hundir en la más absoluta miseria a ese “personaje” que lideró el nuevo resurgir de Peñarroya Pueblonuevo y a todo aquel, político, trabajador, ciudadano o simpatizante que le acompañara o ensalzara su labor.
La realidad está empezando a demostrarse y a esta primera sentencia que condena al Ayuntamiento a pagar una burrada de millones, hay que sumarle además no solo las que continuarán llegando por este mismo asunto, sino el coste DUPLICADO de tener que pagar dos veces por el mismo servicio (el de recogida de basuras y servicio de agua y depuración), el coste (importante) de la contratación de los servicios de “profesionales” asesores para estos menesteres de sacar fallida la defensa en el caso Gestagua y , además, algunos futuros litigios que aún están latentes en las intenciones de aquellos que han sentido y sufrido el agravio de las acciones que esta señora emprendió con saña y que más pronto que tarde aflorarán y darán de nuevo la razón a la verdad en los tribunales. Y mientras ella sigue en sus trece, acarreando querellas por doquier, a diestro y siniestro, creyendo a priori que la justicia amparará per sécula seculorum a la política torticera, rastrera y maliciosa que viene desarrollando desde que es alcaldesa de este pueblo.
Hay mucha tela que cortar sobre la gestión que Luisa Ruiz viene desarrollando en el Ayuntamiento de Peñarroya Pueblonuevo, de varios años de legislatura en la que los presupuestos han sido referente de la mentira, el engaño, las desmesuras y las presuntas irregularidades que a larga quedarán evidentemente de manifiesto; lo peor de todo este asunto es que Peñarroya Pueblonuevo no se merece ésto, no se merece que el rencor y el odio individual prevalezcan sobre su futuro, el de sus ciudadanos y sobre su propia historia.
Esperemos que la oposición política se marque un ritmo adecuado y antes de que sea demasiado tarde pongan pie en el freno a estos desmanes, aclaren de una vez por todas la situación real en la que esta mujer nos ha sumido y tengan la fortaleza necesaria para sacar a flote nuestro maravilloso pueblo y que podamos respirar de una vez en paz.

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