miércoles, 30 de julio de 2008

Todo Para Mis Aves

Así es, señoras y señores: Ya tenemos ZEPA oficial con 33.930 hectáreas de terreno situada en los municipios de Fuente Obejuna, Los Blázquez, La Granjuela y Valsequillo. Ésto fue declarado de manera reglamentaria ayer mismo, 29 de julio, por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, como diría mi abuelo, por cojones y sin mediar más palabra que la suya propia. Para nada ha valido (por supuesto) que alcaldes, asociaciones y agricultores y ganaderos hayan manifestado su disconformidad o, al menos, hayan pedido explicaciones satisfactorias sobre el tema en base al impredecible futuro que esta figura de protección de pajaritos y pajarracos vaticina.
A priori, y sin haber sido declarada oficialmente, de momento nos quedamos sin autovía, entre otras cosas porque estas obras de infraestructuras están tácitamente prohibidas en el decreto de las narices al ser perjudiciales para la tranquilidad, el sosiego, el reposo, el progreso y la estabilidad de unas especies animales, muy dignas ellas, y en contra de eso mismo de otros especimenes, en este caso humanos (menos dignos, supongo), que nos quedamos fuera del ámbito de influencia de este proyecto de desarrollo. Y no solo nos quedaremos sin autovía, sino que además y tal como establecen las normas que regulan estas figuras de protección de aves, las actividades que se desarrollen en el ámbito territorial de la ZEPA deberán ser en todo caso compatibles con la conservación de los hábitats de las especies de aves incluidas en el Anexo I de la Directiva 79/409/CEE y presentes en las ZEPA declaradas. Es decir, que si tuviéramos que titular una película con estos argumentos y parafraseando a Almodóvar, diríamos Todo para mis aves.

Para nada estoy en contra de la protección del medio ambiente, del entorno natural y, por supuesto, de la conservación de especies amenazadas, sean éstas animales o vegetales, entre otras cosas porque me parece que dependemos de la propia naturaleza para poder seguir siendo personas cada vez más libres y ello nos debe hacer responsables del cuidado de nuestro entorno natural. Pero si mal no recuerdo, los protocolos de Kyoto y la Cumbre de Río, aceptados ambos como referentes mundiales para la protección de nuestro planeta en todos los contextos medioambientales, también establecen algo que además se repite en el decreto de declaración ZEPA como norma fundamental de obligado cumplimiento, que es el desarrollo sostenible, algo que en cristiano viene a significar que hay que seguir desarrollándose, progresando de manera sostenible, sin agotar los recursos existentes, estableciendo nuevas fuentes de energías renovables y manteniendo y cuidando los hábitats naturales de manera compaginada con la actividad humana y que además ésta sea estable en el tiempo.

En este caso, a la vista del articulado del decreto y de las prioridades que en él se establecen, queda claro que el desarrollo sostenible está pensado única y exclusivamente para las aves esteparias y sus amiguetes, porque lo restrictivo de éste en materia de autorizaciones y declaración de actividades incompatibles con la finalidad y los objetivos de la declaración ZEPA, dan poco o nulo margen a que los humanos, especie que está y estará en permanente fase de extinción por estos lares, tengan posibilidades de desarrollo y ya no digamos de explotación de recursos. Entre otras cosas que requieren autorización por la Consejería de Medio Ambiente, y como consecuencia, filtro, control y cercenamiento de la actividad humana, están las siguientes perlas:
• Las transformaciones agrarias que impliquen la creación de nuevos regadíos o la aplicación de técnicas que puedan suponer una intensificación del sistema de cultivo.
• La apertura, modificación del trazado o ensanche de los caminos y pistas.
• La construcción de edificaciones.
La construcción, instalación o modificación de infraestructuras de transporte o para abastecimiento, incluyendo transporte de agua, combustibles, líneas eléctricas, parques eólicos e instalaciones para la producción eléctrica fotovoltaica.
• Las obras o actividades que conlleven movimientos de tierra y no estén incluidas en apartados anteriores, excluidas las labores agrícolas habituales.
Como actividades totalmente incompatibles, es decir, prohibidas tajantemente, se establecen estas otras joyitas:
• La eliminación de setos a lo largo de caminos y lindes de parcelas.
• La suspensión de manchas, grupos o pies aislados de vegetación forestal arbórea o arbustiva.
• Los movimientos de tierra y actuaciones tendentes a desmontes, aterrazamientos y rellenos.
• La quema de rastrojos.
• La construcción de pistas de aterrizaje de aviones o helicópteros.
• La instalación de parques de vehículos.
Y mucho ojito con las instalaciones para electrificación y modernización de fincas, que han de ser soterradas o en el mejor de los casos, han de transcurrir por lindes de caminos o carreteras ya existentes, estén o no cercanas a las explotaciones a las que se pretenda llevar energía eléctrica, con el consiguiente coste añadido que esto significaría. Así mismo, y como “aliciente” a los ganaderos, también les viene a coartar la carga ganadera que éstos tengan en explotación, que ha de ser “adecuada” a las superficies forrajeras de las explotaciones agrícolas, es decir, que les van a decir desde organismos oficiales el número de cabezas que tienen que trabajar en sus fincas, además de cómo tienen que mantener y usar su maquinaria agrícola y cómo deben tratar sus campos para las malas hierbas.

En fin, que ya tenemos ZEPA, lo queramos o no. Pero todo no puede ser malo y en base también al progreso de esta comarca, también se establecen ayudas para “reconvertir” nuestro futuro y, como ya vine a decir en posts anteriores, nos enseñaran a vestir santos, a mostrar los animalitos del campo y a que los “millones de turistas” que vengan a vernos, veneren las puestas de sol de nuestra comarca, admiren los vuelos de pajaritos adorables, se asombren a la vista de sus encantadores polluelos y, además, como parte integrante de este magnífico folklore… fotografíen las arrugas crispadas y horadadas por el sufrimiento que se muestren en los semblantes de los pocos que quedemos por aquí.

viernes, 18 de julio de 2008

Desterrados

Hace ya algún tiempo empezó el pastor a decir que viene el lobo. Reiteradamente insistía en la llegada de la temible fiera, pero nadie le escuchaba; solo las ovejas balaban con cierto temor ante esta afirmación y con ojos de desesperación miraban en derredor para estar alerta ante la mortal embestida del depredador anunciado. Pero nadie hizo caso.
Ahora está llegando, está a un tiro de piedra de la manada que ya ve como chorrean sus colmillos de saliva ante el festín que se presenta frente a sus fauces. Las ovejas solo se lamentan y procuran esconder y amparar a sus corderos como cualquier familia haría.
El feroz sigue acercándose sin prisa pero sin pausa. Sabe que el redil no se va a defender, ni siquiera va a mover un milímetro su posición. Son carne de cañón, presas fáciles al alcance de sus desmedidas intenciones de destrozar y matar. Y solo le queda un pasito para llegar a ellos.
Al margen de fábulas, la realidad supera como siempre a la ficción. En febrero de este mismo año ya comentaba en un post que 45 personas van a empezar a abandonar la comarca, fundamentalmente de Peñarroya Pueblonuevo, con sus familias y con todo su patrimonio, por la reconversión atroz que en la minería se está produciendo por estos lares. La cercanía es cada vez más palpable, ya que a mediados de 2009 se establece en un planning que Encasur ha dado a conocer a sus trabajadores que 22 ó 23 de éstos serán trasladados a Puertollano. Antes de finales de 2011 estos trabajadores en activo, en su totalidad, formarán parte de las estadísticas de creación de empleo en Castilla La Mancha, y por ende, de destrucción de eso mismo en Andalucía, más concretamente en la comarca más deprimida de esta nuestra Comunidad Autónoma.
Ya afloran las lágrimas en los rostros de las personas afectadas, ya se crispan los ánimos, mermados hasta límites insospechados como consecuencia de tanta dejadez y falta de apoyo a sus circunstancias, ya se producen penas familiares como antaño, como cuando la SMMP dejó claras cuáles eran sus expectativas: o al paro, o a Cartagena. Pero no eran las mismas circunstancias, porque la SMMP no recibió ni un duro para su desmantelamiento, y mucho menos un duro público, de todos los españoles. En este caso sí es así. Encasur está recibiendo ayudas millonarias para la disminución de actividad y el cierre definitivo de sus actividades en esta comarca del Guadiato, pero además el MINER, en su momento, gastó ingentes cantidades para la construcción de una carretera que diera viabilidad a la continuidad del empleo minero en la comarca hasta el horizonte temporal de 2025. Ahora todo es mentira, el dinero está gastado y 45 personas EN ACTIVO tendrán que abandonar esta tierra y continuar EN ACTIVO en otra tierra.Algunos dicen que es lo menos malo, algunos son capaces incluso de expresar que agradecidos tenían que estar por no perder el empleo y tener la oportunidad de seguir trabajando… algunos tienen la desvergüenza de no mover ni un dedo para impedir que esto se lleve a cabo. Esto, como sucedió en su momento, tiene tintes claramente de intervención política. No se puede ni se debe consentir que en esta comarca, deprimida hasta extremos impensables, los políticos, representantes legales del pueblo, permitan que además de la destrucción de empleo con prejubilaciones, los pocos trabajadores que aún queden en activo sean trasladados a otra Comunidad Autónoma que, para más INRI, está en las estadísticas como la mayor zona de creación de empleo de España.
Claramente es necesario que alguien se conciencie de la obligatoriedad en impedir que esto se produzca. Alcaldes, Sindicatos, Diputación Provincial, Junta de Andalucía y hasta el Gobierno Central tienen el deber moral de intervenir para que esta debacle no se produzca y sea la enésima vez que en esta desgraciada comarca se ignoran su problemas. De todos ellos es la obligación de amparar no solo a estas 45 personas, sino a que el empleo quede aquí y sirva incluso para que sus hijos y los hijos de sus hijos puedan disponer en un futuro de él.
Lo contrario, no hacer nada, no considerar que esto es un enorme problema para los ciudadanos que aquí vivimos, y muy particularmente para aquéllos que ahora mismo están siendo afectados directamente, como estamos acostumbrados a percibir, es lo mismo que el DESTIERRO consentido, el DESTIERRO legal, el DESTIERRO al amparo de circunstancias asumidas como borregos frente a un lobo al que jamás se le presentó ni la más mínima batalla.

lunes, 14 de julio de 2008

Las Arenas de Palomares y su Destino


¡Cómo está España de mierda, de mierda nuclear, señoras y señores!. Las arenas de Palomares están contaminadas desde que se despistaron de sus anclajes las famosas bombas atómicas yanquis y cayeron en las playas almerienses allá por los años sesenta; y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) también tiene basura nuclear para dar y regalar desde hace años. Tienen que llegar constructores a remover tierras a Palomares para que al cabo de más de cuarenta años se den cuenta de que “esto es malo” y que a los trabajadores del CIEMAT les duela la boca de decir lo mismo sobre tierras depositadas alegremente en plena Ciudad Universitaria de Madrid, hasta que tuvo que intervenir el fiscal de Medio Ambiente para poner remedio. Y toda esta “maravillosa dote” me la van a traer a escasamente treinta kilómetros de mi casa, para que la disfrutemos con “salud” los habitantes del entorno del cementerio nuclear de El Cabril. Si para los 6.000 metros cúbicos de tierra contaminada del CIEMAT hacen falta 600 camiones, ni me imagino los vehículos que harán falta para el traslado de las arenas de Palomares, pero seguro que son muchos, muchísimos, con lo cual tenemos asegurado el trasiego de mercancías radiactivas por nuestra comarca durante también muchos, muchísimos años.
Todo esto me hace sentir feliz, porque menos mal que al fin no están desparramadas alegremente por cualquier sitio estas “malas tierras” que ahora se van a controlar en un centro preparado para ello. Lo que no me hace demasiada gracia, por no decir ninguna, es que este sitio esté tan cerca de mi casa y de la casa de más de 28.000 vecinos que poblamos esta deprimida comarca, curiosamente en declive desde que este centro está ubicado aquí sin pedir explicaciones ni consentimientos a nadie. Y encima tendremos que ver pasar esos féretros autotransportados repletos de “caquita” nuclear durante el tiempo necesario hasta que sea almacenada la totalidad de basura procedente de Madrid y Almería. Todo ello a cambio de que se subvencione, por ejemplo, la obra de teatro de Fuente Obejuna, una grúa para cambiar bombillas, la obra inconclusa del parque de bomberos y diversos eventos como la Feria de Expo Guadiato en Peñarroya Pueblonuevo.
No le encuentro reciprocidad a este negocio, no. No acabo de ver claro que a cambio de toda la vida – al menos 300 años desde el último enterramiento durará la nocividad de los residuos almacenados en El Cabril – tengamos subvenciones perecederas que solo alivian un instante las necesidades que los habitantes de esta comarca tenemos. Y nuestros hijos se siguen yendo a trabajar fuera porque aquí no hay empleo; y nuestras industrias y comercios se siguen cerrando porque los negocios ya no son rentables; y no se instalan nuevos empresarios porque la decadencia no es buen síntoma para ampliar líneas de negocio, ni siquiera para emprender tareas nuevas.
Y para colmo de males, si la pasividad de 40 años con las tierras de Palomares les ha parecido poco, más cerquita aún de mi casa, a escasos 500 metros, también existe desde más tiempo aún, setecientos mil metros cuadrados de terrenos que están contaminados, según nuestra alcaldesa Luisa Ruiz. Y ahí están, en El Cerco, tan contaminados que ha obligado a trasladar el proyecto de Hospital, según siempre los criterios de ella y sus amigos de la Junta de Andalucía. Este proyecto de Hospital que me duele la boca de decir que si hubiera seguido los pasos lógicos y paralelos de construcción y retirada de materiales, hoy por hoy tendría como realidad la consolidación de más de 250 puestos de trabajo directos desde octubre de 2005. Esos mismos empleos que no solo se han perdido, sino que con la mochila como la tenemos, cargada de mierda de toda España, difícilmente va a ser nunca atractivo nuestro entorno como para que el empresariado se instale y, como consecuencia, se genere empleo.
Y si toda la mierda tiene que estar aquí, en El Cabril, que paguen por ello. Pero no miserias ni propinas, no. Han de pagar para conseguir que en el futuro se genere empleo estable y duradero, que se consoliden nuevas empresas y que las administraciones públicas sean las primeras en invertir aquí para que el empresariado secunde su ejemplo. Si tenemos que “acoquinar” con la mierda, al menos que no recaiga sobre nuestras conciencias que no hemos sabido luchar por el futuro de nuestros descendientes.

jueves, 10 de julio de 2008

Episodios

No fui capaz de creer lo que estaba viendo hasta que no estuve a una distancia lo suficientemente cercana como para verificar que aquello no era producto de mi imaginación, ni que tampoco era la representación de una obra de teatro o la escena de una película. Era real y contundente, no cabía duda. Por mucho que mi capacidad de asombro se dilatara, jamás pensé que llegaría a este extremo en el que lo irreal, lo místico, lo extraño e imposible por no caber en la razón, se presentaba ante mí de un modo tan palpable y innegable que era tremendamente veraz hasta en su más mínima expresión.
Intenté de varias maneras extorsionar la realidad que se me demostraba, de manera que mi propio subconsciente, por no aclimatarse a esta irreal experiencia, buscaba mil y una maneras de explicar lo inexplicable, de sortear lo que era evidente para descubrir cualquier aclaración lógica que demostrara eso que a simple vista parecía lo más antagónico al entendimiento humano conocido.
Al final no me quedó más remedio que claudicar a la evidencia y reconocer que las cuestiones que a simple vista parecen ficticias, imposibles e irrealizables, se materializan en realidades concluyentes. Así evoluciona la humanidad, con demostraciones de que la realidad supera la imaginación y como consecuencia, estos hechos que a simple vista parecen irreales, conforman la cotidianidad futura.
Luisa Ruiz, candidata fantasma del Partido Socialista Obrero Español, era nombrada alcaldesa de Peñarroya Pueblonuevo con los votos a favor del Partido Popular en junio de 2003. A partir de entonces la política me la repampinfla, cuestión que también se ha convertido en realidad palpable en lo que jamás hasta entonces (43 años tenía), había sucedido en mi persona.
Lo que no deja de remorderme las entrañas es que si esto no hubiera sucedido, otra realidad hubiera sido posible, no solo para mí y mis perspectivas, sino para todo un pueblo que entonces reivindicaba y sigue reivindicando realidades para un futuro digno y que este hecho, que formará vergonzosamente parte de los anales de la historia de Peñarroya Pueblonuevo, coartó y negó tajantemente. Hace más de cinco años de aquello y a los hechos y al presente me remito.