La famosa predicción Maya se está empezando a materializar y son diversas las señales que así lo confirman. Ya está echando malos humos ese volcán islandés (cuyo nombre no hay quién pronuncie) y vulcanólogos de todo el mundo están nerviosa y acongojadamente mirando como posesos los sismógrafos, que no dejan de estremecerse temerariamente allá por los cuatro confines del globo terráqueo.
Pero como siempre, eso de que el mundo conocido se acaba en 2012 solo es para el resto del cosmos; es relativamente lejano y poco sonoro, salvo el recuerdo que los cineastas oportunistas nos procuran para llenar nuestras neuronas de temor y sus bolsillos de centavos; pero insisto, el final en 2012 será para todos, menos para una pequeña, insignificante y etérea ciudad: la de Peñarroya Pueblonuevo, cuya predicción de su propio Armagedón es mucho más certera, palpable, cercana en el tiempo y temible como un virus maligno. Para este pequeño reducto de personas sin alma, el final de los tiempos no tardará tanto, se aproxima de una forma más inmediata, hasta el punto que se puede medir en meses; ¡qué digo en meses, en días!
Como ya anunciaban los peores presagios, hay treinta y nueve personas (trabajadores en activo de ENCASUR), con sus respectivas familias, que están preparando su éxodo para dentro de pocos días. Inicialmente la empresa les dijo que en junio de 2010 todo el mundo tenía que estar en Puertollano… ahora, en mayo, e inmiscuidos de lleno en las negociaciones que representación social y corporativa están manteniendo al respecto durante estos días, se empiezan a establecer parámetros reales de calendario, así como a dar ultimátums que incitan a que estos trabajadores aprovechen las próximas vacaciones de agosto para que se vayan buscando alojamiento en esta ciudad de Castilla La Mancha para siempre.
Pero no pasa nada. Es el final anunciado de un tejido económico que desde 1961 está estabilizando (a la baja y por una vertiente bastante inclinada) la historia de todo un pueblo, y que ahora está llegando al final de sus días a través de una agonía alegre, distendida y jocosa, porque si de algo hemos de vanagloriarnos los que por aquí habitamos, es de que a los responsables políticos de esta u otras cosechas, ésto les ha venido importando una mierda desde siempre, y, como consecuencia, todo lo históricamente acontecido por estos lares ha ido calando profundamente en nuestra idiosincrasia, hasta el punto de llegar siempre a ser merecedor de chiste o de trova de chirigota en carnaval. ¡Qué va a pasar, si esto es cíclico y repetitivo! Ya pasó con Cartagena… y anteriormente con Vilvoorde, Alemania, Francia... ya estamos curtidos en estas lides como para que nos provoque sorpresa y mucho menos, sobresalto o preocupación.
Y si a ellos, a los políticos de turno que son los que tienen la obligación de responder por el presente y de preparar el futuro para que sus ciudadanos encuentren ganas de quedarse en su pueblo no les produce ni el más mínimo estremecimiento, ni les preocupa un pimiento y no le dan la importancia que ésto tiene en realidad, no se van a ocupar de ello los paisanos, que bastante tienen ya con estrujar sus meninges para sacar una letrilla humorística y chisposa del asunto. Y por supuesto tampoco lo va a hacer esta empresa que después de haber sacado su tajada millonaria que con el dinero de todos solo ha servido para que sus directivos y su personal de rango y abolengo vivan hoy felizmente de una estupenda pensión en cualquier lugar de la geografía española (por supuesto no en Peñarroya Pueblonuevo) y que ahora simple y alegremente dice “que me llevo a tus vecinos en activo a otro lado lejos de ti y para siempre; y tú a callar y los paisanos a marchar, que para eso les pago si se vienen; si no al paro”.
Por eso no hace falta que llegue el año 2012… con este 2010 la cuestión ya se aventura conclusa.
Pero como siempre, eso de que el mundo conocido se acaba en 2012 solo es para el resto del cosmos; es relativamente lejano y poco sonoro, salvo el recuerdo que los cineastas oportunistas nos procuran para llenar nuestras neuronas de temor y sus bolsillos de centavos; pero insisto, el final en 2012 será para todos, menos para una pequeña, insignificante y etérea ciudad: la de Peñarroya Pueblonuevo, cuya predicción de su propio Armagedón es mucho más certera, palpable, cercana en el tiempo y temible como un virus maligno. Para este pequeño reducto de personas sin alma, el final de los tiempos no tardará tanto, se aproxima de una forma más inmediata, hasta el punto que se puede medir en meses; ¡qué digo en meses, en días!
Como ya anunciaban los peores presagios, hay treinta y nueve personas (trabajadores en activo de ENCASUR), con sus respectivas familias, que están preparando su éxodo para dentro de pocos días. Inicialmente la empresa les dijo que en junio de 2010 todo el mundo tenía que estar en Puertollano… ahora, en mayo, e inmiscuidos de lleno en las negociaciones que representación social y corporativa están manteniendo al respecto durante estos días, se empiezan a establecer parámetros reales de calendario, así como a dar ultimátums que incitan a que estos trabajadores aprovechen las próximas vacaciones de agosto para que se vayan buscando alojamiento en esta ciudad de Castilla La Mancha para siempre.
Pero no pasa nada. Es el final anunciado de un tejido económico que desde 1961 está estabilizando (a la baja y por una vertiente bastante inclinada) la historia de todo un pueblo, y que ahora está llegando al final de sus días a través de una agonía alegre, distendida y jocosa, porque si de algo hemos de vanagloriarnos los que por aquí habitamos, es de que a los responsables políticos de esta u otras cosechas, ésto les ha venido importando una mierda desde siempre, y, como consecuencia, todo lo históricamente acontecido por estos lares ha ido calando profundamente en nuestra idiosincrasia, hasta el punto de llegar siempre a ser merecedor de chiste o de trova de chirigota en carnaval. ¡Qué va a pasar, si esto es cíclico y repetitivo! Ya pasó con Cartagena… y anteriormente con Vilvoorde, Alemania, Francia... ya estamos curtidos en estas lides como para que nos provoque sorpresa y mucho menos, sobresalto o preocupación.
Y si a ellos, a los políticos de turno que son los que tienen la obligación de responder por el presente y de preparar el futuro para que sus ciudadanos encuentren ganas de quedarse en su pueblo no les produce ni el más mínimo estremecimiento, ni les preocupa un pimiento y no le dan la importancia que ésto tiene en realidad, no se van a ocupar de ello los paisanos, que bastante tienen ya con estrujar sus meninges para sacar una letrilla humorística y chisposa del asunto. Y por supuesto tampoco lo va a hacer esta empresa que después de haber sacado su tajada millonaria que con el dinero de todos solo ha servido para que sus directivos y su personal de rango y abolengo vivan hoy felizmente de una estupenda pensión en cualquier lugar de la geografía española (por supuesto no en Peñarroya Pueblonuevo) y que ahora simple y alegremente dice “que me llevo a tus vecinos en activo a otro lado lejos de ti y para siempre; y tú a callar y los paisanos a marchar, que para eso les pago si se vienen; si no al paro”.
Por eso no hace falta que llegue el año 2012… con este 2010 la cuestión ya se aventura conclusa.
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